Tres de las principales reivindicaciones del colegio público Jaume I de Elche se van a resolver por fin, si no pasa nada, de una tacada y, es posible, definitivamente este próximo verano. La Conselleria de Educación acaba de sacar a licitación la actuación para dotar a este centro del ansiado ascensor, la adecuación de las barandillas que se encuentran en las escalinatas interiores que dan acceso a las distintas plantas, así como la reparación de unas grietas que aparecieron en septiembre de 2015.

Las grietas aparecidas en un lateral del edificio no han ofrecido peligro para trabajadores y escolares, aunque sí que fue necesario vallar en el exterior una zona para evitar peligros por algún desprendimiento. De igual modo, como se pensaba que el arreglo de esta deficiencia estructural se iba a acometer de manera relativamente rápida, se optó por liberar las clases que dan a la pared dañada. No obstante, esta actuación se ha retrasado más de la cuenta, al igual que la instalación del también demandado ascensor.

Sobre todo esta cuestión es la que tiene más indignados desde hace mucho tiempo a los padres, según fuentes de la AMPA, que han visto cómo ha tenido que transcurrir mucho tiempo para que se mueva ficha definitivamente.

Este elevador viene siendo imprescindible, además de por cuestiones de accesibilidad, porque este centro es de los escasos cuyo comedor y aulas infantiles se encuentran en la primera planta. Es decir, los proveedores tienen que subir y bajar todas las mercancías a pulso por las escaleras, además de que también supone más esfuerzo sacar la basura. El ascensor se viene reivindicando hace un lustro. La inexistencia de este elevador también ha provocado en el pasado que fuera más costoso subir hasta el comedor un horno y una nevera grandes.

Asimismo, el pack de esta actuación incluye el cambio de las barandillas de las escaleras. Éstas cuentan con unos 50 centímetros de obra y sobre ellas hay una estructura metálica en forma de triángulos por los que los pequeños pueden meter las cabezas, por lo que ofrecen cierto riesgo.

En principio, desde la Conselleria de Educación se trasladó que para subsanar las grietas del inmueble no sería necesario detener el funcionamiento normal del centro. No obstante, todo apunta que para la instalación del ascensor sí que es necesario aprovechar algún periodo de vacacional. Por este motivo, todo apunta a que la actuación al completo se dejará para este próximo verano.

Las obras en este colegio ubicado en el barrio de Carrús deberán completarse antes de cuatro meses, desde el inicio de las mismas, y cuentan con un presupuesto base de licitación de 182.301 euros.