Información

Información

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Un atropello a un ciclista a expensas de resolverse un año después

Siguen sin atrapar al conductor que arrolló a un hombre de La Marina, el cual asegura que pese a todo ahora es más fuerte en todos los aspectos

Iván, con su nueva bicicleta, en la pedanía ilicitana de La Marina, ayer por la mañana. MATÍAS SEGARRA

Hace un año Iván Pascual, un vecino de la pedanía ilicitana de La Marina, era atropellado por un coche que se dio a la fuga. Nada se sabe de aquella persona que huyó y lo dejó tirado en la cuneta con heridas de alcance: tres vértebras dorsales afectadas, así como otra cervical, además de tres costillas rotas y algún que otro diente perdido. Por si fuera poco, tuvo que someterse a cirugía plástica por la nariz y un labio partidos. Su caso, además, hizo que buena parte de La Marina se movilizara con un objetivo muy claro: localizar al autor del atropello. Carteles y campañas en redes sociales corrieron como la pólvora. Un año después, el caso sigue sin resolverse. Sin embargo, este hombre insiste en la necesidad de seguir concienciando en el respeto a los ciclistas, especialmente por parte de los vehículos, para evitar que casos como el suyo se vuelvan a repetir.

«No tengo odio, ni rencor. Quien me hizo esto, allá con su conciencia», expresa este aficionado al ciclismo, quien asegura que en parte, y para bien, le ha cambiado la vida: «Me preocupo menos por cosas cotidianas, por cosas que no puedo controlar. He aprendido a vivir un poco mejor. Dentro de lo malo ayuda a ver que somos frágiles, que solo tenemos una vida y que hay que aprovecharla. Es un tópico, pero es totalmente verdad».

Más de 365 días después Iván no ha renunciado a las dos ruedas. «Empecé a montar a finales del pasado verano. Al principio sí que me daba un poco de inquietud y es verdad que ahora tengo más cuidado con todo: en las rotondas, en los lugares con muchos coches... Soy más cauto que antes», relata.

Para este vecino de La Marina este accidente, esta situación traumática, ha sido una lección de vida y subraya que es y está más fuerte que hace un año en todos los sentidos. «La bici es mi manera de vivir. Si hubiera tenido que cambiar mi estilo de vida, eso sí me hubiera matado», confiesa, al tiempo que recuerda que el día que se cumplió un año exacto del atropello salió a entrenar y fue inevitable pensar en el percance, además de analizar todo lo que ha pasado este año.

«Mi mujer lo vive peor, y lo vivió peor el día que se cumplió un año», explica Iván, quien, por otra parte, cree que su caso no se va a resolver, no van a coger al conductor o conductora que lo arrolló y escapó.

Iván fue atropellado el 2 de marzo de 2017 cuando circulaba en el camino del Canal, en sentido a Guardamar del Segura. Eran cerca de las 13.30 horas.

«No me acuerdo del golpe. No recuerdo el coche. Me di cuenta de que estaba en el suelo, me dolía el cuerpo, cogí el teléfono y con la pantalla en negro me vi en el reflejo. Vi que tenía la cara abierta», relataba este aficionado al mundo del ciclismo.

Llamó de inmediato a Ana, su pareja, para decirle que había tenido un accidente, y luego llamó al 112 y un señor que pasaba por allí continuó con la llamada.

«Yo he aguantado el tirón, pero a otra gente se la han llevado por delante. Hay que concienciar de la situación. Vive y deja vivir. Escuchas muchas chorradas en las redes: que si la carretera es para los coches, que si pagan impuestos... Yo también pago impuestos y van a las carreteras», reflexionaba cuando las heridas físicas aún eran muy latentes. Hoy en día, por fortuna, apenas tiene secuelas.

«Seamos un poco más personas y vivamos en paz. Que cada uno lleve cuidado cuando coge el coche, y también la bici. El ciclista también tiene que respetar las normas. Tenemos que aprender a conducir», palabras que hoy por hoy sigue suscribiendo Iván Pascual, un año después del terrible accidente que sufrió.

Lo último en INF+

Compartir el artículo

stats