Las entrañas del Mercado Central vuelven a estar en el punto de mira. La búsqueda de los refugios de la Guerra Civil construidos en el año 1937 en Elche ha comenzado. Ahora, cuando las catas arqueológicas de la plaza de abastos están en su fase final y se centran en los exteriores del inmueble, el Ayuntamiento ha iniciado una investigación para hallar el acceso a una de esas galerías construidas en la ciudad ante la amenaza de ser bombardeada.

La presión de la plataforma Salvem el Mercat ha surtido su efecto, después de que hace un año ya lo reclamara el Institut d'Estudis Comarcals. Técnicos municipales se han adentrado a lo largo de esta semana en varias ocasiones dentro del Mercado, donde ya culminaron las excavaciones. El objetivo: descubrir si debajo de los ascensores se encuentra el acceso a uno de esos fosos de defensa que se extienden por el subsuelo ilicitano.

Ayer, la persiana del inmueble de abastos volvía a levantarse para realizar un nuevo intento, con la presencia del concejal de Urbanismo, José Manuel Sánchez, respaldado por técnicos. Pero, por ahora, según el equipo de gobierno, no hay un rastro, al menos, visible, de esa entrada al refugio. Por ello, seguirán con la búsqueda la próxima semana para tratar de dar con un legado histórico, que, según la Ley de Patrimonio Valenciano, debería de ser Bien de Relevancia Local.

Historiadores e investigadores han cifrado en al menos doce las galerías repartidas en diferentes puntos de la ciudad. El caso más cercano en la memoria de los ilicitanos es el que sacaron a la luz las catas arqueológicas en los exteriores del Mercado Central en el año 2014. La calle Menéndez Pelayo tenía delante la boca de un túnel, en buen estado de conservación, que había sido diseñado para servir como refugio a veinte metros bajo tierra.

En la plaza de las Flores, justo donde se levantaban los muros de la Pescadería, hay localizado otro refugio, que en el último año ha despertado el interés de colectivos locales. Su entrada, tal y como muestra un mapa elaborado en 1950 que conserva el Archivo Municipal, localiza la entrada en el interior del Mercado Central. Varios vendedores llegaron incluso a asegurar que está situada bajo el ascensor que se colocó hace unos años y que fueron testigos de cómo durante los trabajos de construcción del hueco se extrajeron varias traviesas del ferrocarril procedentes del refugio.

Sin embargo, este refugio podría encontrarse a 14 metros de profundidad, mientras que las catas realizadas por la empresa adjudicataria del proyecto del Mercado no ha realizado las excavaciones hasta ese nivel. Es por ello por lo que Salvem el Mercat ha pedido al Ayuntamiento y al Consell intervenir.

La agrupación ha metido presión a las dos administraciones para paralizar el derribo del edificio y la construcción de uno nuevo con un aparcamiento subterráneo que supondría cargarse las galerías. La plataforma busca poner en valor ese legado histórico y abrirlo al público. Tras su petición, Compromís forzó la pasada semana a sus socios de Gobierno para comprobar el estado de las galerías, con las que se podría impedir, a fin de cuentas, el derribo del inmueble.