El instituto de Carrús de Elche imparte un ciclo formativo único en toda la provincia y que, prácticamente, no tiene paro: Artes Gráficas, una formación que combina acertadamente la preimpresión e impresión tradicionales (serigrafía, transfer o offset) con lo último en diseño para web y multimedia.
Si antes de la crisis se las vieron y desearon para captar a alumnos, ahora llevan unos años con una proyección imparable, no solo porque están atrayendo a estudiantes procedentes de toda la provincia, e incluso «mayores», sino también gracias a la digitalización de la sociedad, la necesidad de las empresa de estar en internet y las nuevas formas de consumo, elementos que casan muy bien con las habilidades que aquí se adquieren.
«Lo habitual hasta ahora era hacer packaging, es decir, embalajes, empaquetados, y envases de zapatos y de juguetes. Pero últimamente las empresas están demandando a técnicos que sepan hacer diseños y envoltorios relacionados con la alimentación, como, por ejemplo, cajas de vino, o el ámbito del frío, como pizzas. En este sentido, están surgiendo empresas de etiquetas y también de personalización», por el tema de comercios y empresas que venden por internet y quieren tener su propia seña de identidad», señala Toni Talens, uno de los docentes en este ciclo que incluye un grado medio de Preimpresión Digital y otro de Impresión Gráfica, así como un grado superior de Diseño y Edición de Publicaciones Impresas y Multimedia. En cada uno de ellos hay matriculados unos 25 estudiantes.
Cada uno de estos grados implican dos cursos lectivos y algunos alumnos pueden realizar lo que se conoce como FP dual: acuden por la mañana a clase y por la tarde hacen prácticas en una empresa.
«Aquí te suelen preparar bien. No hay mucha diferencia. En todo caso en la empresa se nota que te piden más velocidad en hacer los cometidos», explica Rafa Miralles, de Santa Pola, uno de estos alumnos de la FP Dual que ésta completando su formación en Mustang, en Elche Parque Empresarial.
Flexible y multitarea
Desde animaciones para newsletters, hasta un catálogo de zapatos, pasando por el retoque de imágenes de una sesión de fotos o la elaboración de logotipos. Éstas son algunas de las tareas que este joven está asumiendo y que dan una idea de la formación que imparte este instituto público ilicitano.
«Las empresas quieren ya a una persona que sepa hacer casi de todo, es decir, no solo que haga un impreso o una publicación, sino también que pueda manejarse con un producto digital, para colgarlo en la web. Se está diversificando mucho el negocio, y, en el ámbito digital, buscan a personas ágiles, que sepan adaptarse a las necesidades», relata el jefe del departamento de Artes Gráficas, Javier Maestre.
Las empresas de comunicación y publicidad también están requiriendo este perfil porque necesitan técnicos que diseñen webs, publicidades, contenidos para redes sociales, libros digitales para descargar gratuitamente y así enganchar a posibles clientes, pero es que, además, paralelamente, como indica Toni Talens, «una media de 150 productos impresos pasan por nuestras manos cada día, lo que da una idea de la importancia de la impresión en nuestra sociedad de consumo».
Berto Palomar es otro estudiante ilicitano que hace de aprendiz en una empresa de offset en el polígono industrial de Las Atalayas, en Alicante. Por la mañana acude a clase y tres días por semana, de 16 a 23 horas, culmina su formación en la mercantil. «Es duro porque son muchas horas y son seis meses, pero te formas muy bien», dice.
A este centro acuden alumnos procedentes de Elda, Orihuela e incluso desde Calp para formarse en una serie de disciplinas donde convergen las técnicas tradicionales, como saber lanzar un libro o un folleto, con los conocimientos digitales para estar presentes en internet, algo que se ha convertido en imprescindible para cualquier empresa. «Antes de la crisis casi no venía nadie porque había trabajo. Aquí vienen ahora porque les gusta y muchos porque quieren y necesitan mejorar sus conocimientos», agrega Toni Talens.
