Un control para evitar la concentración de un determinado tipo de negocios en la calle Corredora. Es una de las recomendaciones que ha realizado al Ayuntamiento la empresa especializada en el sector del transporte encargada del estudio de la peatonalización de la céntrica vía. Un proyecto que comenzará a hacerse realidad después de las fiestas de agosto y que ayer fue presentado a los grupos políticos y colectivos de la ciudad en la Mesa de Movilidad. En concreto, esa advertencia pasa por la redacción o revisión de las ordenanzas reguladoras para evitar que, tras la supresión del tráfico, se produzca una concentración excesiva de usos similares, como es el ocio, la restauración, y las compras, entre otros, en el área peatonalizada. Algo que, según el informe, agudizaría los problemas naturales que conlleva abusar de una misma actividad comercial.

Ese informe concluye que la peatonalización está justificada, tras analizar también una segunda alternativa como es apostar por un modelo mixto, que implicaría el paso del transporte público. Sin embargo, pese a la viabilidad de acometer esa supresión total del tráfico, el estudio no pasa por alto algunas advertencias para evitar riesgos. Uno de esos peligros que ha puesto sobre la mesa el estudio es que podría producirse un uso excesivo del espacio por parte de los locales de ocio y restauración mediante la colocación de terrazas que impidan la libre circulación de peatones, con el consecuente ruido ambiental por las noches y en fin de semana.

De ahí que, la firma que ha hecho el estudio ponga el acento encontrar un equilibrio entre que la zona peatonal sea atractiva para los visitantes y que lo sea para los vecinos. De hecho, otro de los riesgos que pone en evidencia el estudio es que, debido al carácter comercial de la zona, en aquellas calles donde no existan locales de ocio se pueda reducir la sensación comunitaria de seguridad por la noche ante la falta de actividades complementarias. Ante este posible problema, la firma apunta a la importancia de tratar con detenimiento el aspecto de la iluminación pública tras la peatonalización del vial.

Las repercusiones económicas en los locales también han sido analizadas en el informe, donde se advierte del aumento de la presión fiscal sobre el suelo, el incremento de alquileres y precios de vivienda, con la consecuente pérdida de población menos pudiente y, por tanto, de clientes potenciales. A esta consecuencia, se suma otra. El informe apunta a que el aumento de las ventas y los beneficios podría transformar la zona en un área con éxito comercial, que provocará el incremento de los alquileres de los locales comerciales de ese enclave.

De cualquier manera, y más allá de las advertencias sobre los peligros del proyecto, según el informe técnico, la peatonalización completa de la calle Corredora es «idónea», pero, eso sí, concluye con la necesidad de modificar los itinerarios del autobús de manera que se mantenga una buena accesibilidad al centro y se mejore la cobertura sobre la población.

Puesta en común

Los grupos municipales y distintos colectivos conocieron ayer algunos de los detalles del proyecto de peatonalización y los desvíos de tráfico, cuyas obras empezarán después de Semana Santa, tal y como anunciaron desde el Ayuntamiento ilicitano.

Uno de los recelos comunes fue el impacto acústico en las calles Alfonso XII y Ángel, donde la circulación aumentará notablemente tras la supresión del tráfico desde la Plaça de Baix, hasta alcanzar unos 3.000 vehículos diarios, según estima el estudio. Ante ello, la edil de Movilidad, Esther Díez, incidió en que la intención es evitar que los coches que no tengan como destino el centro (que es un 75% del total) utilicen arterias alternativas, para paliar la congestión. Los colectivos también trasladaron al tripartito la importancia de facilitar el paso a los vehículos de emergencia en la Corredora y evitar que se llene de mobiliario, como, por ejemplo, el de las terrazas, que dificulte la circulación en caso de emergencias.

Los más críticos con el proyecto fueron los populares. El portavoz adjunto del PP, Vicente Granero, incidió ayer en la contradicción de realizar un estudio sobre el tráfico sin haber tenido en cuenta el Mercado Central, en las repercusiones del tráfico. Asimismo, reprochó que el estudio actual choca con los informes de tráfico que consideraron negativo el desvío por Alfonso XII por la congestión que se crearía.