La feria de calzado de Madrid, Momad Shoes, cerró ayer una de las ediciones más flojas de los últimos años. El evento, que sirve de escaparate nacional e internacional para las firmas productoras de la provincia, concluyó la última jornada del certamen con un leve remontada de visitantes. No obstante, según las empresas alicantinas, el pequeño repunte no arregla la situación de mínimos de esta edición en Ifema.

Varias de las firmas alicantinas presentes en Momad Shoes hasta ayer a las 16 horas, aseguraron que esperaban que el día de cierre, coincidiendo con la jornada dominical, fuese peor. Aún así, el día fue animado y con más movimiento de lo previsto. «Desde las 11 hasta las 14 horas apareció mucha gente compradora e incluso cerramos algún negocio con gente de Francia», aseguró el gerente de Exé, Francisco García. En la misma línea se mostraron los empresarios y representantes de otras marcas de la provincia, especialmente de Elche y Elda.

Así, las cosas, ahora, los empresarios se preguntan por el futuro de esta feria, Momad Shoes, para su próxima edición, el año que viene. La Federación de Industrias del Calzado apuntaba al inicio de la feria que la dirección que toma Momad Shoes es apostar por un único recinto compacto y expositores de menor tamaño. De esta forma, la patronal se mostró dispuesta a seguir trabajando para convencer a las empresas a participar en Momad Shoes, pero con menos espacio expositivo para abaratar costes y que la asistencia sea más rentable. Ifema ya piensa en cómo remontar el vuelo en la próxima edición y tratar de captar más presencia de compradores internacionales.

Esta edición de la feria de calzado de Madrid comenzó con un primer día, el más flojo, en el que la pérdida de empresas obligó a la organización del certamen a reubicar todas las marcas, unas 200, en un mismo pabellón ferial, el 4, y a olvidarse del segundo pabellón. Fueron 37 las empresas que expusieron en Madrid llegadas desde la provincia un mínimo histórico. Así, las visitas a este evento en el primer día también fueron escasas. El segundo día fue el mejor en cuanto a visitas se refiere y fue el momento en el que hubo más actividad y se mostraron las tendencias para la próxima temporada Otoño/Invierno. Los empresarios en Madrid coincidieron en que esta jornada, especialmente desde las 11 a las 17 horas, fue la mejor en cuanto a afluencia de visitas y de interés de inversores y negocios. «Pero la presencia de algo más de gente no quiere decir que se haya arreglado la edición de mínimos, no llega a alcanzar cifras del año pasado ni por asomo», aseguraban desde una firma ilicitana. Así, tal y como previó el presidente de la Federación de Industrias del Calzado Español (FICE), José Monzonís, al inicio de la feria, en el segundo día hubo más compradores.

El cierre, a las 16 horas de ayer dejó dudas de sobre cómo se celebrarán las ferias en Ifema el próximo año. Algunos empresarios aseguraron que hay que dibujar el futuro del evento, que ahora no ven claro cómo será y que esperan que España, un país productor de calzado, no pierda fuerza en las ferias en próximas ediciones.