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Análisis

Un modelo en plena crisis

La internacionalización del sector, la baja rentabilidad y los nuevos canales de venta ponen en riesgo los eventos tradicionales

Un expositor de la provincia de Alicante en la feria de calzado que se está celebrando este fin de semana en Madrid. lAURA MARTÍNEZ LOMBARDÍA / IFema

Las empresas de calzado de la Comunidad Valenciana, ubicadas principalmente en la provincia de Alicante, producen 58 millones de pares al año, que alcanzan un valor económico de más de 1.100 millones de euros. Una producción importante, que en su mayoría acaba en destinos internacionales. El año pasado la mayoría de empresas de la provincia reconocían a la Asociación Valenciana de Empresarios del Calzado (Avecal) que destinan más del 60% de su producción a las exportaciones. He aquí un motivo por el que la presencia de firmas zapateras de la provincia haya caído una vez más en la feria de Madrid, que está dirigida principalmente al público nacional.

Momad Shoes ha motivado a tan sólo unas cuarenta empresas de la provincia, principalmente de Elche y Elda, a presentar sus colecciones en el escaparate nacional, pese a los continuos intentos de la organización por hacer más atractivo el evento con nuevas experiencias, como foros paralelos o pasarelas, y por potenciar la presencia de compradores internacionales. El acto inaugural del viernes contó con la presencia del consejero delegado del Instituto Español de Comercio Exterior (ICEX), Javier Garzón, a quién Ifema pide más apoyo económico para atraer al evento a clientes internacionales y poder quitarse la etiqueta de evento peninsular.

El hecho objetivo es que son más las firmas de la provincia que asisten a ferias internacionales, como las de Milán o Alemania, que las que durante los últimos años se han desplazado a Madrid, que ha acusado, y bastante, la crisis de consumo nacional de los últimos años.

Además, cada vez hay más interés de firmas nacionales por asistir a certámenes como los que se celebran en Rusia, o a los pequeños eventos que se organizan en hoteles de ciudades como Londres, donde se están manteniendo buenos contactos comerciales.

Sin embargo, el alto grado de internacionalización de las firmas de la provincia no es el único condicionante por el que los fabricantes siguen sin confiar en el escaparate de Madrid. El mayor escollo del certamen nacional, y así lo reconocen abiertamente los fabricantes, es su escasa rentabilidad. Tanto que les resulta más operativo trabajar desde casa, en la provincia, que asumir el gasto que conlleva contratar el espacio y trasladar la colección y el personal a la Feria de Madrid.

El bajón general de esta edición ha sido considerable, tanto que Ifema ha tenido que agrupar a todas las firmas en un sólo pabellón, el 4, y mezclando estilos, cuando la previsión inicial, cuando se empezó a comercializar el certamen, era llenar dos pabellones, como se había logrado en las últimas ediciones. Quizás por este motivo la próxima convocatoria de septiembre de Momad Shoes volverá a coincidir con el certamen textil, Momad Metrópolis.

Las nuevas tecnologías son otros de los motivos que lleva a las empresas a dejar de apostar por asistir a ferias comerciales poco rentables. Las plataformas de venta B2B, como la que ha puesto en marcha la Federación de Industrias del Calzado Español (FICE), en las que se pone en contacto a compradores con fabricantes, el e-comerce, y otras tácticas que están empezando a despertar, se han convertido en una amenaza para los principales eventos de calzado.

En la actualidad hay firmas de la provincia que están trabajando, y bastante bien, a través de redes sociales como Linkedin. Lo ha puesto a prueba la consultora alicantina 3dids en varias empresas de Elche, algunas de ellas de calzado, y el método está resultando efectivo para establecer nuevas relaciones comerciales.

Se trata de una fórmula con la que las firmas están llegando a nuevos clientes de una manera cómoda y sencilla, intercambiando correos electrónicos, con los que, si cuaja, se consigue firmar acuerdos comerciales interesantes en el exterior.

En definitiva, la fuerte apuesta por la internacionalización, para no depender de un sólo mercado; la escasa rentabilidad a asistir a eventos en los que la cuenta final no sale positiva; y la llegada de nuevas fórmulas para establecer relaciones comerciales, pueden ser tres de los motivos por los que certámenes como el que se está celebrando estos días en Madrid estén de capa caída, dando pie a que suenen propuestas para, por ejemplo, organizar una nueva feria de calzado en Elche, aprovechando que se trata de la capital española del calzado, donde se concentra el mayor número de fabricantes de todo el país.

Una idea de empresarios de la provincia, que volvió a sonar en la última feria de Milán, que acabó con más pena que gloria para el sector, y de la que se hizo eco el alcalde de Elche, Carlos González, pese a que desde la patronal nacional consideren que no es momento de pensar en nuevos proyectos, sino de tratar de hacer rentables los que ya están en marcha, como el de Madrid.

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