Una nueva ruta de autobús conectará Santa Pola, Elche y Alicante por la costa, con un aumento significativo de las frecuencias en verano. La ruta, que acaba de salir a información pública, forma parte del mapa de transporte de viajeros que está elaborando la Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, y que tiene como objetivo adaptar el servicio público a las nuevas necesidades, una vez que las anteriores concesiones estaban caducadas. Junto a la línea Alicante-Santa Pola, que pretende dar servicio a Elche, Alicante, Santa Pola y San Vicente de Raspeig, el Consell también ha sacado a información pública dos líneas más de Castellón y València.
La nueva concesión de transporte Alicante-Santa Pola atenderá a una población de 425.489 habitantes, concentrada en el ámbito de los municipios de Elche, Santa Pola, Alacant, y San Vicente del Raspeig.
El servicio, según avanzaron desde el Consell, contará con un mínimo de cinco autobuses que realizarán más de 420.000 kilómetros comerciales, con casi 16.000 expediciones al año. En este sentido, una de las grandes novedades de esta línea es el incremento de viajes que se realizarán en los meses estivales de julio y agosto.
Desde la Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio apuntaron que la nueva concesión persigue mantener el nivel de servicio y funcionalidad de las relaciones de movilidad actuales, garantizando la conectividad del núcleo principal de Santa Pola y de sus urbanizaciones periféricas con nodos de atracción principales como el aeropuerto y la pedanía de El Altet, la Universidad de Alicante y la Estación del AVE de Alicante.
En este sentido, indicaron que una de las características inherentes de este ámbito prestacional se refiere a las coyunturas derivadas del incremento de la demanda de servicio como consecuencia del elevado impacto de la población flotante de naturaleza estacional. De hecho, el servicio tiene en cuenta que Santa Pola es un municipio que prácticamente sextuplica su población durante el periodo estival, lo que en el caso de la demanda de servicios de transporte tiene una incidencia altamente relevante.
La propuesta del Consell establece que el servicio se prestará de acuerdo con los estándares de calidad establecidos por la dirección general de Obras Públicas, Transportes y Movilidad. De esta forma la información al viajero estará disponible en paradas, en el propio vehículo y en la página web de la empresa prestataria, donde se informará sobre los distintos aspectos del servicio como horarios, itinerarios, paradas, títulos, tarifas, correspondencia con otras líneas y servicios.
La antigüedad máxima de los vehículos se establece en 10 años, si bien se parte de la exigencia de adscripción de flota nueva en la concesión. Todos los vehículos deberán contar con sistemas embarcados ITS, aire acondicionado y calefacción, así como cumplir con los estándares de accesibilidad universal, y disponer de un mínimo de dos asientos reservados para personas con movilidad reducida y espacio para ubicar un mínimo de dos sillas de ruedas.
En cuanto a las nuevas tecnologías los vehículos estarán dotados del equipamiento complementario de sistema de peaje sin contacto y sistema de ayuda a la explotación SAE, lo que permitirá transmitir la información en tiempo real de datos de localización y servicio de los vehículos y, con ello, dar la información del cumplimiento de horarios en tiempo real a través de la web o de app habilitada.
Los autobuses están dotados con el equipamiento necesario para el cobro del trayecto correspondiente, tanto a través de la tarjeta interoperable MOBILIS como por los modos y medios de pago de última generación que se implementen para la integración del transporte público.
