La jornada de ayer fue especial para el Parque Natural de El Hondo y también para los más de 70 visitantes que pudieron disfrutar este entorno natural protegido en una jornada extraordinaria de puertas abiertas. El Día de los Humedales fue el motivo escogido para realizar esta actividad que, según Vicent Sansano, director del Parque Natural de El Hondo, fue una experiencia muy buena, porque «hemos podido mostrar rincones que raramente se visitan por personal ajeno al cuidado del parque y nos ha dejado buena impresión», según afirmó Sansano.

En esta actividad para concienciar sobre la importancia de proteger el medio ambiente, las personas, adultas o menores que se desplazaron desde Alicante, Murcia, la Vega Baja, además de Elche, pudieron pisar, gracias a una visita guiada, los recovecos y parajes que normalmente no están abiertos para las visitas. Además, recorrieron senderos, en una mañana soleada, que fueron enriquecidos por las explicaciones de los guías del Parque Natural en áreas que sí estan abiertas al público, pero que son, normalmente, de acceso limitado.

Los afortunados visitantes pudieron avistar en sus itinerarios la fauna invernante, las aves que pasan el invierno en este entorno cálido y que ahora preparan ya su viaje para retornar a zonas frías del norte de Europa. La inminente llegada de la primavera en pocas semanas hará que los ánades, como son los patos cuchara, agujas y porrones que ayer observaron los senderistas, cojan el petate y marchen hacia zonas más frías. También las avefrías partirán hacia zonas húmedas de otras latitudes. En este paseo especial, además, se dejaron ver ánades reales, con el característico cuello verde de los machos, y un águila calzada que observaba la escena desde su posición privilegiada en las alturas.

Por si fuera poco observar la vegetación y la fauna invernante, se liberaron ejemplares de patos cuchara procedentes del Centro de Recuperación de Fauna de Santa Faz. Los más pequeños fueron los que realizaron este acto, soltando en el agua de los embalses varios ejemplares de estos animales que fueron rescatados hace meses después de que fueran heridos o que los pollos se cayeran a algunos de los canales por accidente. Este fue uno de los momentos más especiales y simbólicos de la jornada, que parecía prometer que los más pequeños serán quienes tomen el testigo para seguir protegiendo el enclave natural cuando crezcan. Por otra parte, en esta actividad se colocaron nidos para facilitar la recuperación del bigotudo, que es un ave palustre en un fuerte declive en las últimas décadas y que, actualmente se considera en peligro de extinción. «Es un pájaro que está en regresión, y esperamos que esto sirva para favorecer la nidificación y el regreso de este animal a nuestro entorno», aseguró Vicent Sansano.