La tradición de la palma blanca está a la mano de cualquier ilicitano. Para aprender sólo hay que tener ganas y pasarse por el taller municipal de palma, ubicado en el Huerto de San Plácido, donde este año están formándose treinta personas, que llenan el cartel de completo un año más.

Entre los alumnos cada año hay repetidores que siguen en el taller para perfeccionar la técnica y personas que toman su primer contacto con la tradición. Chari Agulló y Susi Maciá son dos de las alumnas primerizas de este año. Llevan en el taller desde octubre y aseguran que «es una tradición que hemos querido aprender siempre, y es ahora cuando hemos dado el paso». Las dos están satisfechas con sus trabajos, y elaboran palmas rizadas para sus familiares.

Entre los repetidores están los alumnos que estos días se emplean a fondo para elaborar palmas rizadas que tienen previsto presentar al concurso municipal.

Además, del taller municipal de palma salen cada año los adornos que miles y miles de personas verán el Domingo de Ramos de Elche en el paso de Jesús Triunfante. La profesora del taller, Conchi Rodríguez, explica que «cada año intentamos innovar y hacer algo diferente que guste a los ilicitanos, porque esto es una tradición que no se puede perder».