Hasta 5.000 vehículos pasan al día por la Corredora. Ése es el tráfico que soporta la céntrica calle que a final de año dejará de estar abierta a la circulación para convertirse definitivamente en un espacio peatonal, tal y como ha anunciado ya el Ayuntamiento.

Esa es la intensidad media diaria de una vía que ahora más que nunca está en el punto de mira, y donde el volumen de coches ha caído en cuestión de un año en un 30%, según los datos del estudio de Movilidad de cara a la peatonalización de la Corredora y la Plaça de Baix. Y es que de 7.000 vehículos que rodaron en 2016 por la céntrica arteria se pasó a 5.000 en el pasado ejercicio.

Una bajada sustancial de la carga de tráfico que desde el Consistorio ilicitano vinculan al cierre de la calle los sábados. Y es que la medida provisional de restringir desde hace dos años el paso de vehículos por este enclave parece haber surtido efecto entre los conductores, que han acabado cambiando sus hábitos. Eso y el mayor tirón que está teniendo la Ronda Sur, que cada vez aglutina más tráfico, lo que ha podido influir al absorber, en parte, vehículos que atravesaban el centro de la ciudad.

De este modo, muy lejos quedan ya los 20.000 vehículos que transitaban cada día por el eje del casco histórico en los años noventa, cuando la Corredora contaba con dos carriles de circulación. La bajada del tráfico es uno de los argumentos que ha dado el equipo de gobierno, entre muchos otros, para sostener que la peatonalización de la calle no será algo «traumático» para los ilicitanos. Eso, y que el 75% de los conductores que atraviesan la Corredora lo hacen porque están de paso, mientras que solo el 25% es para quedarse en el centro, según las conclusiones que también ha arrojado el estudio de Movilidad.

No obstante, al final, todo suma y por este vial acaban circulando al año alrededor de 1,5 millones de vehículos. Algo que el tripartito está dispuesto a atajar después de las fiestas de agosto, cuando está previsto el comienzo de las obras en la Plaça de Baix. En cualquier caso, una vez que acabe Semana Santa, ya empezará a gestarse todo el proyecto con la reordenación del tráfico en la calle Alfonso XII.

Con incertidumbre

A la expectativa están, de hecho, los vecinos de este vial, donde se van a producir importantes cambios. Primero, por la supresión del aparcamiento para crear un carril más de circulación que se destinará exclusivamente al autobús urbano. Y, segundo, por el aumento del tráfico que va a tener Alfonso XII al restringir la circulación por la Corredora.

«Va a ser una locura», comentaban ayer algunos de los residentes de esta calle. No obstante, también hubo quienes, aún conscientes de que aumentará el tráfico a la puerta de sus casas, mostraron su apoyo a la peatonalización. Entre los comercios de esta calle, desde donde muchos también ven los cambios con incertidumbre, en principio, aplaudieron la medida al considerar que les podría beneficiar porque pasarán más coches por delante de sus negocios. Algo que consideraron positivo para las ventas.

Los que por el momento se han mostrado más reticentes son los comerciantes más cercanos a la Corredora. Los más opuestos al proyecto que acaba de dar a conocer el tripartito forman parte de la Asociación de Comerciantes del Centro de Elche (Acce). Este colectivo, contrario al cierre de los sábados, rechaza de pleno que la peatonalización llegue de manera independiente al proyecto del Mercado Central, y sin conocer todavía la estrategia del Ayuntamiento para revitalizar el centro, más allá de la urbanización.

Junto a esta agrupación que no deja de ganar adeptos y que se plantea ya movilizaciones, está la Nueva Asociación de Comerciantes de Elche Centro (Nace), desde donde también consideran que la peatonalización debe ir aparejada a una solución para la plaza de abastos y a un plan estratégico para el comercio.