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Esther Molina: «Hay pocas evidencias de la relación entre la dieta y el cáncer de páncreas»

Esther Molina impartirá esta tarde el seminario que la UMH le dedica a la dieta asociada al riesgo de cáncer de páncreas

La investigadora Esther Molina, a la derecha, junto a su compañera en el CNIO Paulina Gómez.

¿Qué cuestiones va a tratar durante su participación en el seminario de la UMH?

El seminario trata sobre la asociación entre la dieta y el riesgo de desarrollar cáncer de páncreas, presentando las evidencias disponibles, ejemplos de inconsistencias que existen sobre estas asociaciones y ejemplos sobre nuevos enfoques aplicables al estudio de la relación dieta-cáncer de páncreas.

¿Hay una relación directa demostrada entre la dieta y el cáncer de páncreas?

Realmente hay pocas evidencias sobre esta relación, de tal manera que ningún factor dietético se ha asociado con suficiente nivel de evidencia con el riesgo de desarrollar cáncer de páncreas. Algunos factores de riesgo establecidos, como obesidad y diabetes, podrían compartir factores de riesgo con el cáncer de páncreas. No obstante, a día de hoy, a pesar de la gran cantidad de estudios que se han llevado a cabo, no ha sido posible concluir nada sobre asociaciones dieta-cáncer de páncreas.

¿Existen demasiados mitos falsos sobre la relación que mantienen la dieta y el cáncer?

Existen algunos mitos, como los referente al consumo de edulcorantes artificiales o los azúcares. No hay evidencias aún sobre su asociación con riesgo de desarrollar cáncer, aunque su consumo debe ser moderado. Por otro lado, aunque la población conoce más o menos los componentes de una dieta equilibrada y saludable, basada en alimentos de origen vegetal, no sigue, en general, estas recomendaciones.

¿Cuáles son los patrones alimentarios que hay que evitar?

A pesar de la escasa evidencia disponible sobre la relación dieta-cáncer, unos hábitos de dieta saludables, basados en el consumo de alimentos de origen vegetal, siempre van a contribuir a reducir el riesgo de desarrollar cáncer, mientras que unos hábitos caracterizados por una ingesta elevada de carnes y grasas y de alimentos de alta densidad energética contribuyen a un mayor riesgo de desarrollar cáncer.

¿Qué relación hay entre los factores genéticos y no genéticos con riesgo de cáncer?

Existen tanto factores genéticos como no genéticos implicados en la etiología del cáncer de páncreas. Se han aplicado métodos clásicos para evaluar la asociación de cada uno de ellos con el riesgo de desarrollar esta enfermedad. Sabemos que estos factores genéticos y no genéticos están correlacionados e interconectados entre sí, lo que requiere un enfoque más integral.

Sobre las investigaciones que está llevando a cabo actualmente en el CNIO, ¿qué puede desvelar?

La principal línea de investigación de nuestro grupo, que se llama Epidemiología Genética y Molecular, es la identificación de factores de riesgo asociados al desarrollo de cáncer y a su progresión aplicando métodos estadísticos y de integración de datos epidemiológicos y ómicos novedosos, con objeto de aportar conocimiento de utilidad para el control del cáncer.

También forma parte del marco de estudio PanGenEU, ¿cuáles son los últimos avances que han hecho en este terreno?

En el marco del estudio PanGenEU, un estudio europeo caso-control de cáncer de páncreas de más de 2.500 casos y 1.500 controles, estamos llevando a cabo numerosas investigaciones sobre la etiología del cáncer de páncreas. Nuestro objetivo es identificar factores de riesgo que permitan una prevención primaria de la enfermedad y marcadores aplicables a la prevención secundaria, considerando el conjunto de los factores de riesgo de la enfermedad, ambientales y genéticos.

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