La sección de Medio Ambiente de la Policía Local de Elche acudió a una finca de la pedanía de Torrellano para comprobar las denuncias vecinales por unos perros potencialmente peligrosos, y acabaron encontrando 440 plantas de marihuana Al acercarse al vallado para hablar con el titular y requerir la documentación de los animales, los agentes percibieron un fuerte e inconfundible olor a marihuana, no detectado a distancia debido al relativo aislamiento de propiedad. Al preguntarle los agentes por este hecho el implicado cesó la actitud colaboradora hasta ese momento y negó cualquier tipo de olor o actividad ilícita. Minutos después hizo presencia una dotación de Policía Nacional para apoyar la actuación ante un posible delito de tráfico de drogas, confirmando estos la evidencia olfativa y la presencia de aparatos de tratamiento de aire, habituales en este tipo de cultivos.

Durante el desarrollo de la inspección ocular se unió a la conversación la pareja del primer contactado, contribuyendo a elevar la tensión y hostilidad con gritos e insultos hacia los actuantes. En un momento de la misma, el finalmente detenido, intentó propinar un cabezazo a un agente que pudo esquivar parcialmente el envite. Fruto de esto fue reducido éste y su pareja, que intentó dificultar la detención. Tanto la presencia de los detenidos en el Hospital General como la vivienda requirió de un dispositivo de seguridad para evitar posibles contactos o accesos de terceros. Cuando finalmente el equipo de Policía Judicial realizó el registro de la casa de campo, se encontraron 440 plantas de marihuana, así como numerosos focos, transformadores, ventiladores, aparatos de aire acondicionado y otros elementos propios del cultivo a gran escala. Se había llegado a tapiar las ventanas para generar un efecto invernadero más eficaz.

Fue necesaria la presencia de operarios de la empresa de suministro eléctrico para proceder de igual modo al corte de energía, que a su vez, había sido a través de un enganche ilegal. Los tres perros de la finca que propiciaron la posterior intervención quedaron bajo custodia de la Protectora de Animales al carecer de documentación, en un servicio que se prolongó hasta última hora de la tarde.