La Policía Local de Elche abortó una fiesta con menores en un establecimiento sin licencia en el polígono de Carrús, el pasado 10 de febrero. La idea, promovida por menores y dirigida a ese mismo público, llegó a repartir entradas por algunos institutos de la ciudad, y estaba previsto que se celebrara de 22 a 3 de la madrugada, aprovechando unas instalaciones familiares.

Tras conocer esta iniciativa por una denuncia ciudadana, la Unidad de Establecimientos y Actividades inició las comprobaciones oportunas, confirmando con el negociado del Ayuntamiento que no existía autorización concreta. Contactada la titular del establecimiento corroboró que su hija iba a efectuar una fiesta privada y que junto a otra amiga lo habían difundido en redes sociales. Al ser advertida de la venta de entradas, el aforo previsto y de la necesidad de autorización, la titular decidió actuar y paralizarla.

Pudiendo incurrir en infracción a la normativa de espectáculos públicos y actividades recreativas, la actuación policial conllevaría el cese y paralización de la actividad al existir riesgo para las personas. En este tipo de fiestas se carece del más mínimo control sobre el consumo de alcohol o tabaco por parte de los menores, además, no se cumplen las medidas básicas de seguridad.

En esta tarea preventiva la colaboración ciudadana es de gran importancia, al ser el trabajo contrarreloj un problema para evitar situaciones de riesgo con menores.