Cinco años después de que la Unión de Cerrajeros cambiara de forma gratuita las cerraduras a las víctimas de violencia de género, el colectivo ha dejado de prestar el servicio para el Ayuntamiento de Elche. Una medida de seguridad a la que muchas mujeres tienen que recurrir tras una resolución judicial y que ahora va a ser asumida por el Ayuntamiento por primera vez.

El tripartito ha decidido hacerse cargo este año del gasto que supone el cambio de cerraduras de los domicilios y su mano de obra para evitar dejar sin esta prestación a las afectadas. Tras finalizar el convenio con la Unión de Cerrajeros, y después de que la agrupación haya trasladado al Ayuntamiento que no puede costear más este servicio, la Concejalía de Bienestar Social, dirigida por la edil Tere Macià, ha optado por dar continuidad a este tipo de asistencia para las víctimas, pero con un presupuesto inicial de 3.000 euros para este ejercicio, que podrá ir ampliándose. Lo habitual es que una intervención de este tipo cueste entre 150 y 250 euros.

Estos últimos años, según los datos que maneja la Casa de la Dona, se estaban realizando entre cuatro y cinco cambios de cerradura al mes, por medio de la Unión de Cerrajeros. Una actuación para la que es necesaria una orden judicial de protección que indique la necesidad de tomar esta medida excepcional. Además, este servicio de cambio de cerradura se realiza en presencia de la víctima y de la Policía Local, responsables de la recepción de las nuevas llaves de la vivienda.

Sin embargo, esta medida de seguridad se queda escasa para todas las prohibiciones de aproximación y comunicación que solicitan desde la Fiscalía de Elche para los maltratadores. En total, el Ministerio Público pide unas 200, entre órdenes de protección, que incluye medidas civiles para los menores, y entre autos de alejamiento. Algo que supone que el agresor no se acerque a menos de 100, 200 ó 500 metros, según la gravedad del caso.

Alta demanda

La cifra de mujeres víctimas de violencia de género que reclaman asesoramiento jurídico, apoyo psicológico o ayudas económicas al Ayuntamiento, a través de la Casa de la Dona, sigue en aumento. Tanto es así que las citas diarias están cubiertas y se está dando asistencia con un mes de demora, debido a la alta demanda.

Uno de los compromisos a los que ha llegado el equipo de gobierno este año, tras sacar adelante el plan municipal contra la violencia de género, es actualizar los protocolos y la coordinación de los efectivos policiales, con la idea de dar una respuesta más ágil a las afectadas. La cooperación entre la Policía Local y la Policía Nacional, que actualmente trabajan en la localidad con mujeres que han sufrido episodios de maltrato, es una de las principales necesidades detectadas por el Consistorio ilicitano, con el objetivo de facilitar y hacer más efectivo el trabajo de los agentes.