Un vertedero improvisado es uno de los paisajes que al asomarse por la ventana se encuentran los pasajeros del tren camino a Murcia. Una escombrera, donde se acumulan, sobre todo, restos de materiales de construcción y algún que otro despojo de ropa, se sitúa a escasos metros de las vías, en dirección a Crevillent. Incluso un sofá y una maleta, junto a otros sobrantes de botellones llegan a invadir hasta los raíles por donde pasa el Cercanías, donde es Adif el encargado de intervenir por estar dentro de sus competencias.

Éste es solo uno de los numerosos ejemplos de basureros que se extienden por todo el término municipal de Elche, principalmente por las partidas rurales. El Ayuntamiento tiene identificados más de un centenar y cuenta, por el momento, con 26 zonas señalizadas como puntos negros, desde que el año pasado pusiera en marcha una campaña especial de vigilancia. A esta cifra hay que sumar otros 25 vertederos ilegales, con podas y todo tipo de residuos, donde, según el concejal de Limpieza, Héctor Díez, este año también se van a colocar carteles alertando se su prohibición y de las sanciones.

El de las vías del tren ha desatado esta semana las quejas vecinales por la falta de civismo de quienes encuentran en este lugar alejado del núcleo urbano una buena oportunidad para deshacerse de sus pertenencias, pese a que los efectivos policiales se dejan caer a menudo para tratar de cazar a los infractores. Y es que poco más puede hacer el Ayuntamiento, tal y como alegan desde el equipo de gobierno.

Estrechar la vigilancia, advertir de que las multas son de mínimo 500 euros, poner sanciones y limpiar. Limpiar la zona hasta tal punto de estar recogiendo 62 toneladas a la semana. Algo que ha sido especialmente criticado por el edil del área, que apunta a los vertederos ilegales como «el problema más grave del Camp d'Elx hoy por hoy». De hecho, los vertidos situados junto a los propios contenedores de basura son los más problemáticos que ha detectado el equipo de gobierno últimamente.

A ello se suma que en los puntos señalizados este año, los operarios se han llegado a encontrar también con los postes que soportan los carteles arrancados. En cambio, los enclaves donde la campaña ha comenzado a tener más resultado son los que están cerca de los núcleos urbanos, donde también los pedáneos colaboran con el Ayuntamiento para tratar de poner cerco a este problema.

Ahora, ante la proliferación de estos basureros que tanto afean la imagen del municipio, el Ejecutivo local ya tiene previsto incluir en el pliego de condiciones del futuro contrato de limpieza y recogida de basuras la intervención ante los vertidos de escombros y podas como oferta de mejora que puedan presentar las empresas, tal y como señaló Héctor Díez.

Mientras tanto, Urbaser, la empresa concesionaria del servicio de limpieza de la ciudad, destina diariamente operarios y vehículos a la limpieza de estos residuos, un personal y material que se resta del servicio ordinario que presta en el centro y los barrios del término municipal.