Los problemas que generan las superficies ajardinadas del primer tramo de la Ronda Sur, finalizado en 2015, han sido el principal argumento del tripartito para negarse a recepcionar la obra. Las deficiencias detectadas en la zona abierta a la circulación pasan sobre todo por los problemas con la vegetación que rodea todo ese tramo urbano. El Ayuntamiento considera que esta superficie, tal y como está planteada, es insostenible, y han reclamado una solución intermedia al Ministerio de Fomento.