Llamadas al orden en tiempo real para combatir el vandalismo. Ésta es una de las medidas a las que va a tener que recurrir el Ayuntamiento para tratar de lidiar contra el alboroto, que en ocasiones, se produce en salas de estudio como es la de La Llotja de Altabix. Unas instalaciones que abren 24 horas al día y que todavía siguen siendo un dolor de cabeza para el Consistorio debido a los robos o destrozos puntuales que se siguen produciendo en épocas de exámenes.

De este modo, la Policía Local puede intervenir a través de sistemas de voz instalados en las dependencias municipales para pedir el respeto. Y es que, todo lo que ocurre en esta sala de estudio, al igual que en el resto de las que hay abiertas en la ciudad, está grabado con cámaras conectadas con la Jefatura local, ya desde el anterior mandato.

Por el momento, únicamente es en este edificio donde los agentes pueden llamar al orden en vivo y en directo, ya que en el resto de instalaciones no se ha detectado ningún problema. No obstante, ésta no será la única acción que vaya a emprender la Concejalía de Juventud, dirgida por la edil Tere Macià. La Llotja tendrá vigilante de seguridad en horario nocturno. Ése es el compromiso al que ha llegado el equipo de gobierno, tras recibir informes por parte de la Policía Local.

Los efectivos han recomendado al Ayuntamiento tirar de un refuerzo para evitar más altercados en las instalaciones de Altabix. Cerraduras forzadas, extintores vaciados, destrozos en el mobiliario e incluso un incendio provocado son solo algunos de los actos vandálicos que en los últimos años han venido produciéndose. De manera más reciente, se han registrado robos de sillas y la rotura de la grifería de los baños.

Ante este panorama, la intención del tripartito pasa ahora por realizar una ampliación de la contrata para incorporar a un encargado de la vigilancia en este inmueble, que además se ocupe de abrir y de cerrar las demás salas de estudio del municipio.

Además de esta nueva alternativa, el Ayuntamiento está dispuesto a retomar la medida de regular el acceso a la sala de estudio con una tarjeta virtual. Algo que hace un año ya apuntó que iba a poner en marcha, pero que todavía no ha llegado a implantar. Según la concejala del área, primero se va apostar por hacer una campaña para dar difusión a esta medida, con el objetivo de que los usuarios se inscriban.

La tarjeta virtual funcionará a través del teléfono móvil y a través de este sistema también se va a aprovechar para encuestar a los usuarios de la sala, con la finalidad de mejorar la calidad de las instalaciones, además de conocer cuáles son sus necesidades y sus sugerencias. Con todos estos planes sobre la mesa, el Consistorio ilicitano pretende hacer frente a unos episodios que no son nuevos y que acaban teniendo un coste para las arcas municipales. Como ejemplo, las instalaciones municipales han llegado a sufrir el robo de gran parte de las sillas, con un coste de 50 euros cada una.