El 16% de los pacientes atendidos por consumo de cannabis en las Unidades de Conductas Adictivas de Elche son menores de edad. La facilidad para obtener la droga, el bajo precio en comparación con otros estupefacientes, y la baja percepción de riesgo al tratarse de una sustancia «natural y que viene de una planta», está detrás de que ésta sea la droga por excelencia entre los adolescentes y entre los menores de 30 años. De hecho, si el rango de edad se amplía hasta los 29 años, se abarcaría al 50% de los pacientes adictos al cannabis, según señalan desde la UCA del centro de salud de Altabix, que atiende a todos los usuarios del Departamento de Salud del Hospital General de Elche. La UCA que asiste a los pacientes del área de salud del Hospital del Vinalopó se localiza en el centro de salud de Doctor Sapena, donde también atienden este tipo de casos. La actividad de estas consultas son un fiel reflejo en cuanto al consumo de estupefacientes en el día a día. Casi 400 personas se atienden cada año en la consulta de Altabix, desde la que destacan que el número de atenciones por cannabis no ha dejado de crecer en los últimos 15 años, hasta quedarse muy por debajo de la heroína, que es la segunda causa de consulta, por detrás de la cocaína.
Pese a que el consumo de toda sustancia estupefaciente acarrea consecuencias, el hecho de que cada vez los jóvenes se inicien antes provoca que las complicaciones sean más graves, ya que se encuentran en plena fase de desarrollo físico y mental. Así, desde las UCA señalan que cada vez es más frecuente encontrar a pacientes con graves brotes psicóticos en edades tempranas. «Es muy duro ver cómo vienen los adolescentes y el problema está tan avanzado que hay que derivarlos directamente a Salud Mental», señalan desde la UCA de Altabix.
Las consultas que tratan estas adicciones a sustancias ilegales -existe otra UCA que atiende adicciones al alcohol, tabaco o juegos de azar- prestan una atención multidisciplinar a los usuarios. Además del apoyo médico para dejar el consumo, se da apoyo psicológico para afrontar el problema y ayudar, tanto al propio paciente como a su entorno, a focalizar los esfuerzos en abandonar las adiciones.
Los casos llegan a la consulta, en el caso de los menores de edad, a través, principalmente, de los padres y madres que buscan soluciones al comportamiento extraño de los hijos, o al detectar este tipo de consumos y los problemas que conllevan. En estos casos, la labor psicológica se centra en que el consumidor sea consciente de su adicción, ya que la primera fase del problema es la negación.
Los casos derivados desde el juzgado y la Policía también son una constante en estas unidades. Se trata de personas con sentencias en las que se recoge la rehabilitación, o bien pretenden acabar con la adicción para reducir las penas derivadas del consumo o del tráfico de drogas.
Autoproducción
Otro de los problemas que hace que muchos jóvenes se enganchen al consumo de cannabis es la facilidad que ofrece el autoconsumo. Muchos optan por tener su propia planta en casa. Esa facilidad de acceso, e incluso aceptación social, hace que muchos jóvenes ni siquiera tengan la sensación de estar drogándose, al no considerar los porros como tal. Otro de los factores que ha contribuido a normalizar el consumo entre los adolescentes, señalan desde las UCA, es la proliferación de growshops, donde se encuentra todo el material necesario para cultivar las plantaciones en casa. Algo que puede conseguirse con escasos recursos económicos.
Detectar a tiempo el problema de adicciones es trascendental para la recuperación. En este punto, desde las UCA destacan que no todos los consumidores son adictos. El problema grave empieza cuando se tiene dependencia de la sustancia y su carencia provoca cambios de humor y de personalidad, así como alteraciones.
Por tanto, buscar ayuda es fundamental y, en este tipo de consultas en las UCA, desconocidas para una gran parte de la población, pueden encontrar el apoyo médico y psicológico necesario para lograr dejar la adicción. Además, por norma general, cuanto antes se empiece en la consulta, menos suele costar desengancharse.
