Después de un mes, la calle Corredora recupera hoy el cierre al tráfico, como medida provisional de cara a un proyecto de peatonalización que ya ha comenzado a redactarse y que el tripartito pretende hacer realidad este año. La prohibición de la circulación en esta zona, de 12 a 24 horas, llega tras restablecer la normalidad en la plaza de la Constitución, cortada hasta la pasada semana por el apuntalamiento del edificio El Progreso. El corte de la Corredora los sábados regresa con el apoyo de una parte del comercio, pero también con la oposición de otros sectores más beligerantes con una medida provisional que en el último año ha desatado las quejas al considerar que la supresión del tráfico en la zona con hace caer las ventas.

Precisamente, en este contexto acaba de darse a conocer una nueva asociación de comerciantes que nace para tratar de revitalizar el comercio local del centro de Elche y presionar al Ayuntamiento para contar con un proyecto estable para el casco histórico. Propietarios de establecimientos opuestos al corte de la Corredora los sábados han cerrado filas en una nueva agrupación para dar fuerza a sus reivindicaciones ante el Ayuntamiento. Es la segunda agrupación creada en los últimos dos años por parte del sector.

Descontentos con la política municipal actual y con la paralización del proyecto del Mercado Central, medio centenar de negocios forman ya parte de la recién constituida Asociación de Comerciantes del Centro de Elche (Acce). Un colectivo que ya se ha presentado al Ayuntamiento para poder tener voz en las mesas sectoriales de trabajo relacionadas con el comercio y que continuará recabando apoyos en la zona del centro para poder sumar todavía más integrantes a la entidad.

Sus impulsores, que ya iniciaron el pasado año una recogida de firmas para frenar el cierre de la Corredora los sábados, al considerar que perjudica las ventas, rechazan la supresión del tráfico en la calle, que, a modo de prueba, comenzó a poner en marcha el tripartito desde abril de 2016.

No obstante, a lo que no se oponen es a un proyecto de peatonalización que vaya vinculado a un proyecto conjunto que dinamice el centro. Y eso pasa, según reivindican, por la construcción del Mercado Central, la creación de más aparcamientos en la zona, además de la mejora de la señalización y de los accesos para llegar hasta el casco histórico de la ciudad. Y es que este nuevo colectivo defiende que el motor del centro es la plaza de abastos y cargan contra el equipo de gobierno por la situación de enquistamiento que sufre el proyecto desde hace más de tres años.

Se da la circunstancia de que los promotores de la nueva asociación también llegaron a activar una campaña para pedir al Ayuntamiento que cambiara el cierre de la Corredora a los domingos. Algo que el pasado año llegó a aprobarse en el pleno por mayoría, pero que el tripartito acabó ignorando al alegar que se trataba solo de una moción.

De hecho, tras la negativa a esta modificación, los comerciantes también mandaron una carta abierta al alcalde, Carlos González, mostrando su malestar y dejando claro su rechazo a que el corte de la Corredora se haga antes del nuevo Mercado Central. Justifican su razonamiento en que las ventas están cayendo con la medida provisional por la que ha apostado el equipo de gobierno.

Así, con todos estos antecedentes y con las obras para hacer peatonal la Corredora este año, el comercio ha buscado rearmarse. El nuevo colectivo advierte no sentirse representado con la asociación de comerciantes, (Nace), que se creó durante este mandato, pese a que también aglutina a establecimientos del centro.

Carta de presentación

La incertidumbre y la inexistencia de un «proyecto claro y convincente» que convierta al centro en un lugar emblemático son los principales argumentos que defienden los comerciantes para unirse en una nueva asociación. En su carta de presentación admiten sentirse preocupados por problemas enquistados como la iluminación y la limpieza, además del problema con el Mercado Central y con el cierre de la Corredora. Apuntan que todo ello está generando una «pésima imagen» de la zona centro de la ciudad. Insisten en la necesidad de fomentar un proyecto que genere riqueza y a favor del impulso del comercio local, aunque también apoyan la idea de recuperar las franquicias en el casco histórico.