El nacimiento sobrevenido de un niño ayer en su casa es un caso que, aunque no es habitual, no es único. Así lo trasladaban ayer desde el Hospital del Vinalopó, donde atendieron a la madre y al niño, y así lo confirmaron también desde el Hospital General. Desde el Servicio de Ginecología del Hospital del Vinalopó apuntaron ayer que se reciben tres o cuatro casos al año, por lo que, aunque no es algo habitual, tampoco es algo extraordinario. Por su parte, el jefe de Ginecología del Hospital General, el doctor José María Ingelmo, señala que apenas se da un caso o dos al año, y a veces ninguno. Y más que partos en casa, lo que se registran son alumbramientos en el coche, de camino al hospital, o de madres que llegan con la cabeza del bebé prácticamente fuera.

Este tipo de partos en los que el bebé se adelanta se da más en madres que no son primerizas. Por norma general, explican los profesionales médicos, los partos primerizos son mucho más tardíos. Aunque cuando se habla de partos sobrevenidos se trata de alumbramientos en los que apenas pasan minutos desde las primeras contracciones hasta que el niño o la niña salen. La mujer, que fue atendida ayer por la Policía Local y el SAMU, tuvo a su hijo 55 minutos después de despertarse con la primera contracción. Fueron los agentes locales los que cortaron el cordón umbilical al llegar al domicilio, antes de que el SAMU trasladara a la madre al hospital.

En las clases de preparación al parto, las matronas apenas enseñan este tipo de actuaciones básicas a las parejas, para que aprendan a actuar en partos sobrevenidos, alertan desde el Hospital del Vinalopó, ya que todo está enfocado al parto en un centro hospitalario. Y, aunque se tengan nociones básicas, la tensión y el agobio del momento deja poco margen de maniobra, por lo que la labor de los servicios de Emergencias es fundamental. Por eso, el primer consejo es «mantener la calma».

Desde el Hospital del Vinalopó señalan que hace un tiempo se realizó un curso específico para policías y bomberos, con el fin de que aprendieran a gestionar este tipo de situaciones si tenían que atender un parto sobrevenido. Cortar el cordón umbilical, si no hay mayor complicación, no es necesario, aseguran desde el Vinalopó, si bien el doctor Ingelmo sí recomienda hacerlo y atarlo con cualquier cosa, «aunque sea un cordón de un zapato».

Quizás el momento más crítico es el de sacar al niño o la niña sin producir daños, por lo que, una vez asoma la cabeza, es necesario realizar una pequeña maniobra para que salga un hombro, sacar luego el otro, y que no se dañen las articulaciones. Una vez superado este punto, el resto del cuerpo del bebé sale solo.

En lo que coinciden desde ambos centros es en señalar que la intervención del personal médico es esencial una vez acabado el parto, para verificar que el niño o la niña se encuentran en perfecto estado de salud, pero también para comprobar que no queda ningún resto de la placenta en el interior del útero de la madre, y que no se han producido hemorragias.

Por último, los expertos recuerdan que es esencial guardar el calor corporal del pequeño, por lo que recomiendan envolverlo en una manta y propiciar el contacto piel con piel con la madre.