La más sencilla y, a la vez, más complicada consigna. La mujer puede hacer poco, señalan los expertos, por lo que la ayuda del acompañante es esencial.

Una vez fuera la cabeza del bebé, hay que realizar un pequeño movimiento hacia abajo para facilitar que salga el hombro sin dislocaciones ni desgarros. Repetir la acción anterior con el otro hombro, hasta que ambos estén fuera.

Aunque el ginecólogo del Hospital General recomienda cortarlo, desde el Vinalopó apuntan que, para evitar infecciones y si no se tienen las herramientas adecuadas, no pasa nada por dejarlo.

La fase final es solicitar ayuda médica para comprobar que no hay complicaciones.