El Mercado Central de la avenida de la Comunidad Valenciana tuvo ayer una visita inesperada. Los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona), de la Guardia Civil, desembarcaron en la plaza de abastos del centro de la ciudad para realizar una inspección rutinaria. El control se centró en las pescaderías y pilló por sorpresa a los vendedores de las instalaciones provisionales, situadas junto a la ladera, que allí trabajaban como en cualquier jornada habitual. El pescado que no supera la talla mínima, popularmente conocido como los «pezqueñines», por una campaña de publicidad de hace algunos años, estuvo de forma especial en el punto de mira.

Los efectivos del Seprona comprobaron uno a uno los puestos que tienen expuestos al público el género para verificar el etiquetado de los productos, así como el tallaje de la mercancía, además de las licencias sanitarias, entre otro tipo de permisos. Sin embargo, pese a que la intervención transcurrió sin encontrar irregularidades graves, los agentes de la Guardia Civil sí que tuvieron que levantar varias actas por la falta de documentación concreta en ese momento en los puestos.

A ello se sumó el hallazgo de pescado inmaduro. En total, fueron cuatro kilos de mercancía que tuvo que ser retirada por el Seprona, al no cumplir con la talla mínima requerida. Ante esta anomalía, la Guardia Civil se vio obligada a abrir un expediente a los propietarios del local de venta, que acabará en una sanción por parte de la Conselleria de Agricultura, una vez que termine el plazo para presentar alegaciones, si se confirman las irregularidades.

Además de realizar inspecciones en comercios de alimentación, los guardias civiles del Seprona específicamente dedicados a la conservación de la naturaleza y medio ambiente, luchan contra vertidos y contaminación, el comercio ilegal de especies protegidas, actividades cinegéticas y de pesca irregulares, la defensa de los espacios naturales, la prevención, la investigación y también la extinción de incendios.

No es la primera vez que el Seprona visita el mercado provisional. Su primera inspección fue para comprobar el montaje de las instalaciones en una zona verde y para esclarecer si estaban asentadas en condiciones legales.