«Menudo alivio para los que vivimos en la calle Almórida, a ver cuánto dura la calma, esperemos que no haya problemas con el tráfico ahora». Así opinaba una de las conductoras que pasó ayer con su vehículo por la plaza de la Constitución y la calle Almórida después de que se volviera a abrir el tráfico en estas vías ayer al mediodía. Dos días antes del plan previsto por el tripartito para la vuelta a la normalidad - en cuanto al tráfico se refiere-en el entorno del edificio de Riegos El Progreso en el centro de la ciudad.

El restablecimiento del tráfico en la zona llega con anticipación y con algunos cambios con respecto al plan de movilidad trazado antes del apuntalamiento de urgencia. De momento, según aseguró el alcalde, Carlos González, el tráfico en la Corredora permanecerá abierto al tráfico los sábados porque «hoy (por ayer) es un día excepcional y el tráfico de la ciudad ha sufrido un trastorno, hasta que no volvamos a la normalidad no tomaremos más decisiones más que la de esta apertura en la plaza de la Constitución y la calle Almórida», aseguró González. Así, ayer sobre las 13 horas los operarios comenzaban a limpiar el entorno de la plaza de la Constitución que luce el nuevo apuntalamiento que deja la vía más libre para los vehículos. La Policía Local comenzó, tras comprobar la seguridad de la zona, a retirar las vallas que prohibían el paso en la vía e inmediatamente, tras depositarlas en un camión y trasladarlas de lugar, los agentes de Movilidad Urbana comenzaron a señalar la apertura al tráfico del entorno de Riegos El Progreso que permanecía cerrado desde el 12 de enero por la noche.

Según el Ayuntamiento, los operarios tenían un plan realista para la reapertura pero han podido acelerar el trabajo y se felicitan de que se haya adelantado el paso de coches en estas calles céntricas. En los primeros instantes de apertura hubo algún que otro atasco que se intensificó cuando se juntaban en la zona el paso de coches y la parada del autobús J, que retorna a su trayecto original.

Otro de los cambios, que, de momento, es temporal es la deshabilitación de la parada de carga y descarga justo frente al edificio de Riegos El Progreso para evitar así colapsos o atascos en una zona en la que se estrecha la calzada. Los agentes de Policía Local tuvieron que actuar en varias ocasiones para dejar claro a los conductores que no se podía parar en esta zona para evitar atascos y problemas con el paso de vehículos.

En los primeros días de apertura actuará un pequeño dispositivo de la Policía Local para observar y comprobar de qué manera transcurre de nuevo el tráfico. Los agentes informarán, así, al tripartito de los pormenores para que, a partir de la semana que viene, decidan qué nuevos plazos o cambios aplican en cuanto al tráfico rodado en el área del centro que ha sufrido grandes cambios y algunas polémicas desde que se cerrara hace algo más de medio mes.