A partir del lunes el Ayuntamiento restablecerá el tráfico en la plaza de la Constitución y la calle Almórida tras la finalización de los nuevos trabajos de apuntalamiento del edificio El Progreso. Los técnicos municipales estiman, que salvo imprevistos por la lluvia, el domingo estén acabadas las obras para sustituir las vigas que invaden la calle desde el pasado 12 de enero. Con ello, este sábado también será posible circular por la Corredora, como medida provisional desde que el Consell ordenó la paralización del derribo y el apuntalamiento de urgencia.

El tripartito inició el lunes el proceso para modificar el apuntalamiento de forma subsidiaria con el objetivo de que tanto vehículos como el transporte público puedan circular por uno de los puntos neurálgicos de la zona centro de la ciudad. Hoy, los operarios ya han llegado a retirar los puntales que invadían la calzada. El equipo de gobierno ha actuado de forma subsidiaria, para después repercutir el gasto de 35.000 euros a la propiedad del inmueble centenario, que se ha negado a cambiar la posición por cuenta propia de las vigas.

Mientras tanto, la Generalitat tiene dos meses de plazo para pronunciarse y decidir si el edificio se tiene que conservar o, de lo contrario, los propietarios pueden seguir haciendo uso de la licencia municipal que les concedió el triparto para tirarlo abajo. De momento, los dueños ya presentaron alegaciones al Consell para defender la legalidad del proceso iniciado para derribar la antigua sala de venta de agua y construir un nuevo bloque destinado a viviendas u oficinas. Todo ello, bajo el paraguas del tripartito que concedió todos los permisos amparándose en que no existe ninguna normativa vigente que pida proteger el inmueble.