La lluvia del fin de semana no solo ha traido efectos positivos para los cultivos de Elche ante la falta de agua. También ha sacado a la luz otra realidad cuanto menos desagradable. En la playa de El Altet han aparecido estos días toda una serie de desperdicios arrastrados por las precipitaciones, que han desatado el malestar de vecinos.

Desde tampones, toallitas higiénicas, vasos de plástico... todo un cúmulo de residuos que han ido a parar a la misma orilla del litoral ilicitano. La aparición de estos elementos, entre Arenales y Urbanova, ha puesto en evidencia la falta de civismo de quienes se deshacen de la basura fuera de los lugares que corresponde.

No es la primera vez que el vertido de toallitas higiénicas y residuos similares dan que hablar en Elche. Una situación parecida se ha producido varias veces en el río Vinalopó. Tanto es así que colectivos ecologistas como Margalló o Amigos de los Humedales del Sur ya denunciaron los problemas que generan el desprendimiento de estos productos de higiene en zonas naturales.

La acumulación de basura a lo largo del cauce del río Vinalopó a su paso por el Camp d'Elx va a tratar de ser combatido por el Ayuntamiento. El Consejo Municipal de Medio Ambiente aprobó en octubre el proyecto presentado por Aigües d'Elx que consiste en crear filtros naturales de cañizo en el curso del río, entre el puente de Barranchina y el puente nuevo de la Ronda Sur, con el fin de que el cañizo retenga en esta zona la suciedad que baja por el río cuando se registran fuertes lluvias.

De esta forma, según explicó ya el concejal de Medio Ambiente, Antonio García, sólo sería necesario retirar el cañizo con la basura de esta zona, cuando se acumulen los restos, y dejar que crezca de nuevo la masa vegetal, que se reproduce con mucha facilidad.