¿Cuáles son los principales motivos que protagonizan las consultas que atienden?
Los motivos de consulta más frecuentes son la diabetes, la patología tiroidea y la obesidad.
¿Están notando algún tipo de trastorno o patología que esté yendo a más o empiece a aparecer con mayor frecuencia?
La patología que más ha aumentado en los últimos años en nuestras consultas es sin duda alguna la obesidad y especialmente los casos de obesidad grave que se remiten para valorar la posible indicación de cirugía bariátrica. Evidentemente, en dicho aumento tiene mucho que ver el deterioro de los hábitos dietéticos. En mi opinión el motivo más relevante para este aumento es la amplia disponibilidad de alimentos hipercalóricos que tenemos en la actualidad a bajo coste, como refrescos azucarados, bollería industrial, helados, snacks... Todo este tipo de alimentos deberían ser de consumo ocasional y, sin embargo, un amplio porcentaje de los pacientes que nos consultan por obesidad los consumen a diario. Lógicamente la disminución de la actividad física es otro factor importante a tener en cuenta. Por otro lado, también han aumentado mucho las interconsultas por desnutrición en pacientes de edad avanzada como es previsible en una sociedad cada vez más envejecida.
¿Estamos abandonando cada vez más la tradicional dieta mediterránea
Ciertamente se ha producido cierto abandono de la dieta mediterránea. Los factores causales probablemente son múltiples: la falta de tiempo dedicado a la cocina, el consumo de productos precocinados o de rápida preparación, la influencia de la publicidad, ciertas modas en cuanto a dietas, etcétera. Desde luego, deberíamos hacer un esfuerzo por volver a las raíces de nuestra dieta, es decir, volver a comer como lo hacían nuestros abuelos.
¿Cree usted que en general en los colegios se come bien?
Creo que como norma general se hace un importante esfuerzo en los centros educativos por ofrecer una dieta equilibrada y variada a los niños. Sin embargo, los padres deben ser conscientes de que muchas veces estos menús pueden tener ciertas limitaciones y lo recomendable es que dispongan de los menús de sus hijos para poder compensar o equilibrar con la dieta familiar. Por ejemplo, si en una determinada semana únicamente se ofrece pescado una vez, aumentar las raciones de pescado en las cenas ofrecidas en los hogares.
¿Tres comidas al día o varias pero menos abundantes?
A gusto del consumidor. En población general sana no tenemos evidencias que demuestren que sea mejor una opción frente a otra. En el caso de patologías concretas se deben seguir las recomendaciones facilitadas por su médico porque en ese caso sí puede ser muy importante cómo se distribuye la dieta. Por ejemplo, en el caso de pacientes con diabetes dependerá del tipo de tratamiento prescrito la recomendación de hacer 3 ó 5 comidas al día.
Cada vez comemos más delante del ordenador por el estrés y lo prolongado de la jornada laboral en muchos casos. ¿Esto a la larga afectará a nuestro organismo y calidad de vida?
Deberíamos intentar que aunque nos veamos obligados en ocasiones a comer en el trabajo o incluso delante del ordenador esto ocurra las menos de las veces posible, y si es así se realice al menos una mínima pausa para la comida ya que ésta debería servir además como acto de socialización y desconexión de nuestro ámbito laboral.
¿Qué cree usted que debe saber la gente y no es consciente sobre la importancia de alimentarse correctamente?
La dieta es básica para contribuir al mantenimiento de nuestra salud y organismo. Un amplio número de patologías altamente prevalentes en nuestro medio tienen en la dieta su origen de forma directa o indirecta.
¿Qué alimentos básicos no debemos dejar de ingerir?
En el tema de la alimentación existen muchas falsas creencias y ciertas modas condicionadas por la publicidad. Uno de los problemas más prevalentes en la actualidad es el déficit de vitamina D, derivado del abandono del consumo de lácteos enteros, muchas veces sin una causa justificada. Otro alimento que se restringe en la dieta con demasiada frecuencia es el huevo. No debemos olvidarnos de incluir en nuestra dieta el aceite de oliva virgen, así como frutas, verduras y legumbres. Mi recomendación como apuntaba anteriormente sería que volvamos a comer como lo hacían nuestros abuelos, cuya alta esperanza de vida pone de manifiesto las bondades de nuestra dieta mediterránea.
