La luz, al igual que el petróleo, también se puede refinar. Así lo han demostrado investigadores de la Universidad Miguel Hérnandez de Elche (UMH), que han concluido que la luz se puede manipular a través de sistemas de holografía, para separar los diferentes tipos de rayos del sol (según sus colores), redireccionar y concentrar, y así potenciar sus propiedades. El objetivo es, por ejemplo, ofrecer soluciones en los sectores de eficiencia energética en el hogar, la generación de energía limpia e incluso en seguridad.

El trabajo ha sido desarrollado durante los últimos cinco años por el equipo que dirige el catedrático Antonio Fimia, del departamento de Ciencias de Materiales, Óptica y Tecnología Electrónica de la UMH. La idea de someter la luz solar a un proceso de refinamiento surgió de la tesis elaborada por Pedro Mas, quien propuso hacer uso de la holografía para desarrollar sistemas que puedan acabar en el mercado, aportando soluciones al día a día.

A través de la holografía que utiliza el cristal o plástico como soporte, se consigue, según explica el investigador Pedro Mas, descomponer los diferentes rayos de luz con el fin de potenciar sus propiedades, y eliminar las que no se necesiten para según las utilidades que se le quieran dar.

Una de las aplicaciones en las que han trabajado en los laboratorios de la Universidad Miguel Hernández es conseguir que la luz solar entre en las viviendas a través de las ventanas con sistemas holográficos con el fin de iluminar, pero evitando que accedan los rayos infrarrojos, que generan el calor en los meses de verano. Con esta aplicación, se puede lograr una diferencia de temperatura entre el exterior y el interior de la vivienda de entre siete y nueve grados. Uno de los objetivos de esta aplicación es lograr reducir el consumo de energía de los aparatos de refrigeración domésticos.

Los investigadores explican que este efecto se consigue teniendo en cuenta la inclinación del sol en cada estación. En los meses estivales el sol refleja en los cristales desde un ángulo distinto a los meses de invierno, y esto se tiene en cuenta a la hora de desarrollar los sistemas holográficos para que, en función de la época del año, entren, o no, en el interior de las viviendas los rayos que aportan calor. Mas comenta que «podemos conseguir que el calor entre en invierno, pero que no traspase la ventana en verano».

Los expertos destacan que al separar las distintas partes que contiene la luz solar se pueden aprovechar mejor sus propiedades. En este sentido, cuando el fin es iluminar a través de sistemas de transmisión lumínica, si se permite sólo el paso de la luz, se consigue aumentar el nivel de iluminación. En un día normal, el sol puede dar en torno a 80.000 luxes, pero mediante los sistemas de concentración holográficos en la UMH han llegado a obtener más de un millón y medio de luxes en el foco, que se pueden introducir en una instalación para iluminar salas con luz natural. Los niveles mínimos marcados por la ley para que la iluminación sea suficiente en ambientes laborales son 400 luxes.

La generación de energía a través de fotocélulas también se ve beneficiada por el trabajo realizado por el equipo de investigadores de la UMH, ya que, al refinar la luz, consiguen aumentar el nivel de iluminación que dirigen a través de holografía a las fotocélulas para incrementar su eficiencia y así crear una mayor cantidad de energía limpia y sostenible.

Objetivo

El objetivo final de todo este trabajo es desarrollar un producto para llevar la holografía a cada industria y hogar, reduciendo drásticamente el consumo energético y ahorrando costes, bien sea a través de un sistema de concentradores solares holográ?cos, sistemas de iluminación mediante la captación y guiado de la luz natural, o con la instalación de ventanas capaces de regular térmicamente y de forma adaptativa un edificio.

Un propósito que la Universidad ha impulsado recientemente al firmar su participación en la spin-off del Parque Científico de la UMH Holoe Systems. El fin último es conseguir que el conocimiento obtenido en los laboratorios del campus de Elche llegue a la sociedad. El siguiente paso consistirá en buscar inversores privados que ayuden a desarrollar los productos para que lo que se ha descubierto en el laboratorio no se quede en un cajón.