Las máquinas han regresado a la carretera de Santa Pola y, con ellas, los atascos. Los operarios han retomado los trabajos para construir una nueva rotonda en el cruce ubicado en la zona del barranco de San Antón, que sigue los mismos pasos que la que se construyó en el cruce de Valverde.

Esta intersección forma parte del proyecto de desdoblamiento que está llevando a cabo la Conselleria de Vivienda, Obras Públicas y Vertebración del Territorio, que, aunque no está ejecutando toda la obra a la vez, va dando pequeños pasos con el fin de que los conductores se vayan acostumbrando a un nuevo trazado en el que van a aparecer nuevas rotondas que sustituirán a los cruces peligrosos que acumulaba esta vía.

Los trabajos se retomaron hace unos días, y ahora es cuando están generando más molestias a los conductores que pasan a diario por la zona. Ayer por la mañana se registraron retenciones, debido a que los trabajos de asfaltado impidieron el paso normal del tráfico por los dos sentidos de la vía, y la circulación tuvo que ser regulada por los operarios.

La intención de la Administración autonómica es no cometer los mismos errores que se dieron cuando se creó a finales del verano pasado la rotonda a la altura de Valverde, que al principio carecía de la iluminación adecuada.

En este punto, el de Valverde, se produjo un accidente de tráfico con una víctima mortal, que provocó numerosas quejas con las que se consiguió que se mejorasen las medidas de seguridad, que ahora también se deben de adoptar en la nueva rotonda.

Desde el Ayuntamiento ilicitano indicaron que poco a poco se irán creando este tipo de rotondas, para acabar con las glorietas abiertas que suponen un problemas para una vía por la que pasan seis millones de vehículos al cabo del año. Un volumen muy importante, que registra sus picos en los meses estivales, cuando más desplazamientos se producen entre Elche y Santa Pola. Cada día pasan por esta zona 17.000 vehículos.

En cuanto al desdoblamiento definitivo de la vía, la previsión es que durante este año se complete el trazado entre la Vereda de Sendres y Santa Pola, con una inversión prevista de dos millones de euros. La parte de Elche se ejecutará durante el año 2019.

El objetivo final del proyecto es dividir la carretera entre Elche y Santa Pola en un total de cinco tramos diferentes con el fin de resolver la problemática registrada desde el punto de vista de la seguridad vial. A lo largo de la carretera existen hasta 13 intersecciones, con las que se da entrada y salida a varios caminos rurales del Camp d'Elx, donde se generan continuas situaciones de inseguridad en el tráfico rodado.