A la espera de que el Estado atienda la petición de un riego de socorro, la comunidad general Riegos de Levante trabaja en la obtención de pequeños aportes con los que atender, al menos en parte, la demanda de los agricultores, tras el cierre del trasvase Tajo-Segura. La semana pasada se empezó a recibir, a modo de prueba, agua procedente de la depuradora del Rincón de León de Alicante, desde donde nunca antes se había recibido agua para el Camp d'Elx, pese a tener una pequeña concesión reconocida. A esto se suma el agua desalada que también llega desde Alicante, y que es el excedente de la planta desalinizadora que no utiliza la Mancomunidad de Canales del Taibilla.

El agua de la desaladora se está llevando al embalse de Crevillent, y, desde que se está recibiendo, no hace ni un mes, se ha contabilizado algo más de medio hectómetro cúbico.

El presidente de Riegos de Levante, Javier Berenguer, explicó que la intención es mezclar este agua con la que se quiere elevar desde El Hondo, con el fin de reducir el nivel de sal para que pueda ser utilizada para el riego de árboles frutales.

Por otro lado, Riegos de Levante quiere apostar por las desalobradoras, para obtener aportes extra a través de agua salobre. La intención de Riegos de Levante es realizar la inversión necesaria para acometer este proyecto con el dinero que tiene que recibir del Consell, tras ganar la batalla legal por prohibir la caza en el paraje natural, y así no cargar más a los agricultores.