El Hospital Universitario del Vinalopó de Elche ha detectado desde el pasado mes de abril hasta seis casos de mutilación genital femenina, tras adherirse al protocolo de actuación sanitaria ante la Mutilación Genital Femenina (MGF), elaborado con la participación de profesionales sanitarios de diferentes ámbitos, que tiene como objetivo establecer pautas de actuación de carácter multidisciplinar que permitan la detección precoz, prevención y atención integral de las pacientes que han sufrido dicha mutilación y sus fatales consecuencias.

Se trata de mujeres de entre 30 y 38 años, todas ellas mutiladas a una edad inferior a 15 años y con diferentes complicaciones derivadas de dicha práctica. Así mismo se han identificado tres niñas en situación de riesgo a las que se les está aplicando el algoritmo de actuación pertinente para la prevención de la ablación. “A todas ellas se les ha ofrecido información y atención médica así como seguimiento por parte de la trabajadora social planteándose incluso la posibilidad de reconstrucción en uno de los casos”, explica María Vizcaíno, ginecóloga responsable de esta comisión.

A pesar de la dificultad de su realización, debido a la existencia de grupos poblacionales de los que se carece de información por su situación de residencia irregular o cambios frecuentes de residencia en nuestro país, se ha elaborado a través de los registros en el Sistema de Información Poblacional (SIP) un mapa de riesgo que ofrece una aproximación de la distribución de esta población que facilita la intervención sanitaria.

Según dicha distribución por Departamentos de Salud y edad, en la Comunidad Valenciana habrá un total estimado de 5.420 mujeres procedentes de los países donde la MGF es una práctica habitual, de las cuales 4.161 serían mayores de 15 años y 1.268 menores siendo las pertenecientes a nuestro departamento 243, 55 de ellas menores de 15 años.

Este protocolo nace, explican desde el Hospital Universitario del Vinalopó en respuesta al incremento de la incidencia en nuestro medio debido a los procesos migratorios crecientes. Se estima que en Europa existen ya en torno a 500.000 mujeres mutiladas y más de 180.000 en situación de riesgo, de ahí la importancia de dar visibilidad a esta problemática sobre todo entre los profesionales de la sanidad para vehiculizar las herramientas destinadas a su detección y prevención (informando adecuadamente a las pacientes y familiares) y notificación a efectos legales pues constituye un delito público en nuestro país perseguible de oficio, lo que obliga al centro hospitalario a denunciarlo.