El juez ha enviado a prisión a un hombre acusado de amenazar a su expareja a través del excuñado de la misma, a quien envió mensajes en varias ocasiones advirtiéndole que iba a ir contra ella acompañado de toda su familia, y que iba a hacerle la vida imposible hasta el punto de que tuviera que abandonar la ciudad. De esta forma, el acusado ha aceptado los nueve meses de prisión que le pedía la Fiscalía por un delito de violencia de género. Y es que llovía sobre mojado. El condenado ya contaba con antecedentes por hechos similares, pues había quebrantado la prohibición de comunicación en una ocasión anterior, además de contar con una suspensión de una pena de prisión que, esta vez, sí se cumplirá.

La Fiscalía pidió prisión debido a que, en estos casos, y aunque el agresor no se comunique directamente con la víctima, lo hace a través de un tercero, con la intención de que este le advierta de las amenazas por lo que, a efectos prácticos, sí existe esa comunicación. Su excuñado se las comunicó para que pudiera protegerse, causando un perjuicio emocional a la mujer, y la ansiedad de esperar a que hiciera realidad estas amenazas. Los mensajes de Whatsapp fueron certificados judicialmente, por lo que se trata de una prueba válida en un juicio, tal y como señalan desde la Ciudad de la Justicia de Elche.

El acusado aceptó la pena de prisión pedida por el Ministerio Fiscal, y que eleva la prohibición de acercamiento y comunicación con la víctima a los 36 meses.