Una patrulla de la Unidad Territorial de la Policía Local de Elche, junto a una dotación de Policía Nacional, próximas a la calle Obispo Winibal se personaron una vivienda de las inmediaciones tras la llamada de una mujer, que denunció la actitud agresiva de su marido. La denunciante le dio las llaves la vivienda a los agentes, que al llegar, escucharon ruidos de cristales rotos y pisadas. Tras entrar al domicilio, lo encontraron completamente destrozado, aunque sin el implicado en su interior.

Las patrullas registraron la vivienda y encontraron pisadas que señalaban el acceso a la azotea del inmueble. Al llegar a este punto, vieron como el hombre, que finalmente fue detenido, se introdujo por la ventada del domicilio colindante, trepando por las tuberías del gas que reocrrían la fachada. La vivienda se encontraba vacía, por lo que los agentes solicitaron la presencia de los bomberos, al tiempo que trataban de localizar a los propietarios del piso, para que abrieran la puerta. Finalmente, los agentes y los bomberos entraron, de forma conjunta, tanto por la ventana como por la puerta principal, por lo que pudieron detenerlo sin poner en riesgo su integridad física.

Robos y hurtos

Aunque en este caso se trató de un asalto al huir de una discusión familiar, cabe recordar que Elche registra, cada día, una media de nueve hurtos al día y dos robos en inmuebles. Unas cifras que sitúan al hurto como la tipología delictiva por excelencia en la ciudad, por detrás de los robos. Las sustracciones con fuerza en domicilios, establecimientos y otras instalaciones ascienden a una media de dos casos al día. Así lo apunta el informe de criminalidad publicado por el Ministerio del Interior y que recoge datos de todas las fuerzas de seguridad: Policía Local, Policía Nacional y Guardia Civil. La cifra se mantiene constante con respecto a los registros del año pasado. A diferencia de los hurtos, estos pequeños robos se producen sin fuerza. Suele tratarse de sustracciones de carteras, bolsos o teléfonos móviles en plena calle, en muchas ocasiones sin que el perjudicado sea consciente en el momento en el que se produce el hurto. Engaños, descuidos o falta de atención son las principales causas de que se produzcan este tipo de delitos.

En cuanto a los robos en inmuebles, tres cuartas partes se produjeron en domicilios. El resto, tuvo lugar en locales comerciales u otras infraestructuras, aunque esta parte en una mínima proporción. Como sucede en el caso de los hurtos, los datos arrojan prácticamente las mismas cifras que el año pasado.

Donde sí hay un leve crecimiento, del 11%, es en el caso de los robos con fuerza e intimidación directamente sobre las personas. A diferencia de los hurtos, en estos casos sí hay amenza a la víctimas, ya sea verbal, física o con armas, para que los ladrones consigan los objetos sustraídos. Según los datos del Ministerio, que recogen las infracciones penales de este tipo desde enero hasta septiembre, se han contabilizado 171 casos en la ciudad, lo que refleja ese notable incremento con respecto al año pasado.