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Arteterapia que desarrolla el talento

El método de enseñanza de una docente ilicitana busca fomentar la creatividad y la imaginación a través de las artes plásticas

Algunos de los talleres impartidos por la profesora ilicitana Loly Miguel Serrano, en los que trabaja con técnicas como la pintura o la arcilla para fomentar la creatividad. información

Garabatos, gestos, pintura, estampaciones, serigrafías... Todo desde la libre creación, sin modelos y sin imitar a ningún artista conocido. Este es el proyecto Zona Libre, que desarrolla desde hace más de una década la profesora ilicitana de Artes Plásticas y Diseño Loly Miguel Serrano, y que ya ha impartido en diversos centros educativos del término municipal de Elche, como son los casos del Princesa de Asturias, Luis Cernuda, Virgen de la Asunción, Blasco Ibáñez o Candalix. Su método también fue puesto en marcha durante tres años en el Museo de Pusol.

Esta terapia basada en el arte busca fomentar la imaginación y el talento entre los más pequeños, ofrecer herramientas para que puedan ser capaces de desarrollar unas potenciales cualidades artísticas que pueden estar escondidas. «Más allá de los conocimientos o las matemáticas, las artes plásticas o la música ofrecen a los escolares unos conocimientos que les pueden ser muy útiles en diferentes campos a lo largo de su vida», explica.

Estas herramientas que buscan el desarrollo humano y la creatividad se basan en la escucha activa y en la empatía, creando espacios para beneficiar el desarrollo de los niños con los que se trabaja. «Les dejamos que experimenten y fluyan, que hagan sus creaciones de una forma muy natural», añade Loly Miguel Serrano, antes de puntualizar que su proyecto no sólo está enfocado para menores que sufran algún tipo de problema o de inadaptación a su entorno escolar, como se puede creer en un primer momento de manera equivocada.

Zona Libre es un espacio de expresión pensado para todas las edades, aunque principalmente se enfoque en los escolares. Su objetivo principal es favorecer la capacidad creadora innata y el desarrollo personal, a través de establecer unas condiciones adecuadas para el juego artístico, utilizando la pintura o la arcilla como elementos. Para fomentar la igualdad de oportunidades, en el método de Loly Miguel Serrano se huye de las comparaciones y los juicios de valor, y se pone el acento en otros aspectos, como son el respeto y la confianza que se les transmite a los menores.

«No se valora lo que hacen los compañeros, no hay cosas que estén bien o mal. Los alumnos se tienen que sentir libres a hacer cosas diferentes y aquí tienen un espacio para ello. Pero no es una educación artística en sí lo que estoy ofreciendo», señala la pedagoga. Con su proyecto, asegura, han conseguido mejorar la autoestima, la capacidad emocional y la seguridad en sí mismos de los participantes, independientemente de sus potencialidades y sus limitaciones.

El sistema Zona Libre permite que los participantes jueguen, construyan y sientan de una forma natural gracias a la pintura, la arcilla, el movimiento, el garabato, el teatro, la fotografía, la poesía o el collage. Todo ello sin tener conocimientos previos. «Atendemos a las necesidades concentras de cada uno de los alumnos para que puedan sumergirse en el proceso con total autonomía y seguridad», indica Loly Miguel Serrano.

«Los grupos de trabajo están formados por personas de diferentes edades, aportando diversidad y diferencia. De esta manera, cada uno de los participantes siente la posibilidad de ser uno mismo entre los demás, sin compararse con el resto y pudiendo desarrollar su originalidad y autenticidad», añade.

Uno de los principales objetivos que busca la docente con este proyecto personal es el del desarrollo humano de las emociones, ofrecer a los jóvenes alumnos un hábitat en el que puedan desarrollar todo aquello que no se trabaja en las aulas escolares. Las clases están enfocadas para grupos formados por unos 25 estudiantes. «El aprendizaje entra más lento en unas personas que en otras, y no hay una única manera de absorberlo», concluye.

Esta terapia está basada, entre otras fuentes, en los conocimientos trasmitidos por el pedagogo Arno Stern o el psicólogo Carl Rogers. Stern trabajó a mediados del siglo pasado en campos de refugiados con huérfanos de guerra, a los que animaba en talleres de pintura para que desarrollaran toda su creatividad artística. Por su parte, el estadounidense Rogers está considerado como el iniciador, junto a Abraham Maslow, del enfoque humanista en la psicología.

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