La Conselleria de Agricultura, Medio Ambiente, Cambio Climático y Desarrollo Rural ha concedido la declaración de impacto ambiental al proyecto de ejecución de una nueva línea de energía eléctrica que Red Eléctrica de España va a instalar entre Elche y Santa Pola, con el fin de aumentar el servicio de suministro de electricidad en el Camp d'Elx y en Santa Pola.

En la actualidad, según se justifica en el proyecto analizado por la Administración autonómica, la transformación en media tensión de la zona de Elche y Santa Pola se encuentra saturada, por lo que resulta imposible atender la petición de nuevos suministros tanto en Santa Pola como en zonas de Elche como Balsares.

En este sentido, apunta la justificación del proyecto, dada la magnitud de la potencia solicitada, se requiere una nueva subestación con parque de 220 kV en Santa Pola, que ya ha sido autorizada por la Administración. No obstante, esta subestación requiere la alimentación de un nuevo sistema de 220 kV, que es lo que se pretende resolver con la construcción de la línea que acaba de obtener la declaración de impacto ambiental.

El proyecto contempla la construcción de una línea eléctrica de doble circuito, en 220 kV, que irá desde la subestación de Torrellano hasta la subestación de Santa Pola, con una extensión de 13.750 metros. De este trazado, 7,2 kilómetros serán de línea aérea, y los 6,6 kilómetros restantes serán subterráneos.

La línea saldrá desde la subestación de Torrellano hacia el sureste en subterráneo, pasando por los viales de Elche Parque Empresarial para continuar por viales públicos hasta pasar por la urbanización Torre Blava. Desde este punto, la línea pasará a ser aérea siguiendo hacia el sur hasta el camino de Balsares, donde pasará de nuevo a ser subterránea para continuar por los viales del sector de Balsares, hasta finalizar en la conexión con la subestación de Santa Pola.

El tramo más próximo a Torrellano se entierra debido a las afecciones del aeropuerto de Alicante-Elche, y en el entorno de Santa Pola es subterránea por pasar por una suelo que está calificado como urbanizable edificable. En la parte aérea se instalarán un total de 27 apoyos metálicos.

El proyecto que acaba de obtener la declaración de impacto ambiental es una modificación de otro que se presentó el año 2008, y que contemplaba que una mayor parte del trazado fuese aéreo. Concretamente, sólo preveía una tramo de dos kilómetros subterráneos, que ahora se han aumentado a 6,6 kilómetros. Y es que el área que ha sido estudiada presenta una alta singularidad respecto a la fauna, debido a la presencia de varias zonas húmedas de Elche y Santa Pola.