Suspenderse en el aire apoyándose en una sola mano, hacer dominadas o saltar de una barra a otro como si fueran monos trepando árboles. Estos son algunos de los ejercicios que se pueden realizar en el nuevo parque deportivo que tiene Elche, situado en la ladera del Vinalopó, a la altura del puente de Altamira. Esta práctica física recibe el nombre de calistenia y cuenta cada vez con más adeptos en la ciudad ilicitana, sobre todo entre los más jóvenes. Prueba de ello es que un nutrido grupo de chavales, con edades comprendidas entre los 16 y los 20 años, se dan cita cada tarde para divertirse mientras tonifican sus cuerpos. En ocasiones pueden rebasar el medio centenar de practicantes, y eso que estos meses no son los mejores del año para la realización de ejercicios al aire libre.

El nuevo parque en la ladera ha costado 20.000 euros y llega para satisfacer una demanda cada vez mayor. Los operarios han retirado los antiguos aparatos que había en este emplazamiento al estar deteriorados por el paso del tiempo y los han sustituido por unos que se adaptan a las características de la calistenia. Esta iniciativa ha surgido a través de los presupuestos participativos, donde fue promovida por la asociación Zona Centro, que pretendía que los ilicitanos contaran con un recinto así para ejercitarse al aire libre.

Los juegos calisténicos cuentan cada vez con más adeptos y se basan en la realización de una serie de movimientos con el propio peso personal, al estilo de otras técnicas como el crossfit, que permiten adquirir potencia muscular mediante su realización, así como flexibilidad, fuerza, resistencia y coordinación. Son muchos los ayuntamientos de toda España que están habilitando este tipo de parques en sus municipios, que, como el caso de Elche, cuentan con postes, barras y bancos de abdominales.

La puesta en marcha de este recinto no ha llegado exenta de polémica, ya que algunos usuarios lamentan que el foso en el que se encuentran los aparatos sea de arena y no de caucho. La mayor parte de estas quejas llega procedentes de los corredores que acuden a la ladera y que antes utilizaban esta instalación para realizar sus estiramientos.

Los jóvenes que acuden a hacer calistenia también apuntan algunas mejoras que esperan que se hagan. En primer lugar, reclaman la colocación de una valla en su perímetro que impida que las mascotas accedan a él y hagan allí sus necesidades. Por otra parte, también quieren que un pino de la ladera sea desviado porque sus hojas caen directamente en el foso de arena, que los deportistas suelen pisar con los pies descalzos. Estas dos peticiones ya han sido trasladadas a la Concejalía de Parques y Jardines.

Mientras llegan las mejoras, centenares de jóvenes acuden cada tarde a la ladera para poner a prueba sus propios cuerpos, en un reto que engancha, como confiesa uno de los usuarios, Alejandro Capel. «Supone un reto contra ti mismo», afirma.