? Los agentes se centrarán en rastrear estos archivos en diferentes modalidades de intercambio de archivos para, con su código único, localizar la procedencia u ordenadores donde se encuentren alojados. Algo que puede realizarse aunque el usuario le cambie el nombre al fichero, gracias a la huella digital del archivo, que es única y es difícil de borrar. Así, todo archivo deja rastro, y su localización permite a los investigadores localizar la fuente.