En un suspiro despachó ayer el Ayuntamiento de Elche el último trámite para la entrada en vigor de los presupuestos de 2018. Diez minutos bastaron a los grupos políticos para hacer sus votaciones y para finiquitar la aprobación de la hoja de ruta económica que ya viene de estar en exposición pública. Tanto fue así que hasta muchos ediles se sorprendieron de lo fugaz que fue el pleno extraordinario de ayer. Parecía que todo estaba ya más que debatido, viniendo de un pleno de presupuestos que se extendió más de seis horas el pasado mes de noviembre. La edil de Hacienda, Ana Arabid, abrió la convocatoria con la defensa del documento económico, que este año ascenderá de forma global a 216 millones de euros. Y poco más. Ni siquiera hubo intervenciones de los grupos políticos, pero tampoco votos en contra.

Las abstenciones fueron las grandes protagonistas de la jornada, por parte del PP y de Ilicitanos por Elche, que este año no han presentado tampoco ni alegaciones a las cuentas municipales, a diferencia de otros ejercicios. El matrimonio de conveniencia volvió a consumarse entre el Ejecutivo local y Ciudadanos, de forma que lograron sacar adelante un presupuesto decisivo, el último que gestionará al completo el tripartito, antes de las elecciones.