Uno de los proyectos más esperados y discutidos en las últimas décadas, como es la peatonalización de la Corredora, ha empezado a ver la luz al final del túnel. O al menos así ha quedado demostrado estos días sobre el terreno. Técnicos han comenzado a realizar las mediciones necesarias para urbanizar la céntrica vía y eliminar el tráfico rodado. El compromiso del Ayuntamiento de Elche es que esta reivindicación eterna empiece a ser una realidad este año. Y así ha quedado atado en los presupuestos municipales.

Palmo a palmo se han realizado durante esta semana los trabajos topográficos necesarios para la finalización del proyecto que está ya en pleno proceso de redacción y que el tripartito pretende tener listo este mismo mes de enero, tal y como señaló ayer el edil de Urbanismo, José Manuel Sánchez.

Una vez que el anteproyecto ya ha acabado de ejecutarse, los técnicos se han dejado ver durante varias jornadas por la Corredora con varios equipos para tomar medidas desde la Plaça de Baix hasta el inicio de la calle Puente Ortices. Algo que ha despertado la curiosidad de muchos ante la expectación que genera el proyecto de peatonalización. Sin embargo, lo que es una incógnita todavía es la fecha de inicio de las obras y si cuando acabe 2018 estarán finalizados al cien por cien los trabajos. De momento, lo que refleja la hoja de ruta económica del Ayuntamiento es que la actuación costará cerca de un millón de euros a las arcas municipales. El tripartito ha reservado para la peatonalización de la Corredora 600.000 euros, desde la Plaça de Baix hasta Puente Ortices, además de otros 300.000 euros para las obras de reurbanización y adaptación del tráfico de vías que se verán afectadas.

Controversia

El hecho de que el Ayuntamiento vaya a realizar este desembolso económico ha encendido la última de las polémicas que ha envuelto la decisión de peatonalizar la calle. El Ejecutivo local ha justificado que asumirá el coste de urbanización de la Corredora, pese a que la firma del Mercado incluyera como mejora en su oferta la peatonalización de este vial, además de la calle Trinquet y el Carrer Ample, que ya las urbanizó el PP cuando estaba gobernando.

Las últimas críticas que le han llovido al equipo de gobierno por este tema surgieron después de que el colectivo en defensa del patrimonio ilicitano avalara que el Ayuntamiento había remitido al Consell el proyecto de urbanización del nuevo Mercado Central de Elche. Un informe que contempla y presupuesta la peatonalización de la Plaça de Baix y de la calle Corredora por la concesionaria Aparcisa.

Frente a ello, el edil de Urbanismo aseguró que ese proyecto no ha recibido luz verde por parte de la Generalitat y volvió a incidir en que la empresa del Mercado únicamente aportó una cuantía de 375.000 euros para realizar mejoras, entre las que se encontraba la urbanización de calles, además de la musealización de los Baños Árabes. Esa cantidad, considerada insuficiente por el Ayuntamiento, finalmente no se va a destinar a la peatonalización, sino a poner en valor los Baños Árabes. Una determinación en la que el Ejecutivo local volvió a reafirmarse. «En ningún momento hemos rechazado los 375.000 euros que aportará Aparcisa, solo hemos ejercido nuestro derecho de elegir el destino de esa dotación económica que presentó la empresa como mejora», alegó José Manuel Sánchez.

Sin embargo, la fórmula para costear la peatonalización de la Corredora no es el único quebradero de cabeza que ha dado en los últimos años este tema al tripartito. La decisión de cerrar al tráfico la calle los sábados desde 2016 ha generado tanto opiniones favorables como en contra. El rechazo de comerciantes que recogieron firmas para evitar el corte del vial también dio mucho que hablar en su día.

Sea como sea, con partidarios y detractores de por medio, el reloj para hacer de 2018 el año de la peatonalización de la Corredora ya ha comenzado a correr.