El empresario José Torres Fenoll, uno de los fundadores, junto a su padre y sus hermanos Luis y Vicente, de la popular firma de golosinas Damel (Dama de Elche), falleció en la madrugada de ayer en Elche a los 93 años de edad. La compañía ilicitana fue la artífice de populares y míticas golosinas como los caramelos balsámicos Pectol, los masticables Snipe Nata y Palotes, o los chicles Cheiw, que marcaron la infancia y la juventud de varias generaciones de españoles. Para la historia queda esa música pegadiza de los años ochenta con aquello de «por cinco pesetas te dan dos tacotes de Cheiw Junior», o aquella anterior de «Pam, pam, pam... Pido palotes», cuando las televisiones aún eran en blanco y negro. Ahora, uno de los padres de esos Palotes y de aquellos tacotes que probablemente se convirtieron en los más famosos del país ha muerto.

Las raíces de lo que más tarde sería el imperio en el que se convirtió Damel se remontan al siglo XIX. Por ese entonces, la familia Torres regentaba una confitería en la calle Corredora. Fue en los años veinte del siglo pasado cuando la tercera generación, encabezada por Luis Torres Castaño, creó en el piso superior del establecimiento una pequeña industria de caramelos, con una máquina adquirida en Barcelona y el asesoramiento de artesanos confiteros catalanes. El resultado fue caramelos fabricados con un 50% de glucosa y de azúcar, con los que se intentaba llegar a toda España a través de representantes y vendedores ambulantes de caramelos que a 2,5 pesetas por kilo compraban bolsas de dos o cinco kilos. Sin embargo, poco antes de comenzar la guerra civil ya comenzaron las complicaciones para comprar azúcar. La solución fue fabricar caramelos con glucosa perfumados con esencia de naranja, limón o fresa, con los que capearon el temporal. Por aquellos años, a Luis Torres Castaño se le ocurrió la idea de que se notara el sello ilicitano en sus caramelos, y los denominó Dama de Elche. De ahí surgiría la marca Damel, que pasaría a ser célebremente conocida.

Transcurrida la guerra, y el paréntesis que supuso, Luis Torres Castaño comenzó de nuevo su andadura empresarial, a la que poco después se sumarían su hijo Luis, que se dedicó al obrador; José, encargado de la parte económica; y Vicente, que estudió Químicas.

Una vez afianzada la producción, hacia 1948, se constituyó la sociedad de responsabilidad limitada Luis Torres Castaño y Compañía, formada por Luis Torres Castaño, y por sus hijos Luis, José y Margarita. La sede de la empresa, además, se establecía en el número 3 de la calle José María Buck, en el Corazón de Jesús, y el objeto social era la fabricación de caramelos, turrones y dulces en general. Sería más tarde cuando las instalaciones se trasladarían a los depósitos del agua.

Fue en este marco en el que en 1950 se registró la marca Cheiw; en 1953, Pectol; en 1958, Snipe; y en 1961, Damel, marca por el que se conocería a la firma. De hecho, a principios de los años sesenta, los tres hermanos, Luis, José y Vicente, se convertirían en los propietarios y gerentes de la empresa, con un capital social que se fijó en 1,5 millones de las antiguas pesetas.

A partir de ahí, Damel pasaría a ser una de las empresas más importantes de Elche, hasta el punto de que llegó a contar con una plantilla de 1.200 trabajadores. No obstante, la crisis de los años ochenta también tuvo su incidencia en la fábrica, hasta el punto que tuvo que suspender pagos. Sin embargo, finalmente, pudo remontar el vuelo con un plan de viabilidad y de ajuste, lo que hizo que unos años más tarde llegara a alcanzar unas ventas que superaron los 4.000 millones de las antiguas pesetas.

En cualquier caso, en la década de los años noventa la compañía se acabaría vendiendo a una empresa de Suecia, Procordia, cuyos dos primeros accionistas eran el Estado sueco y Volvo, y que, poco después, en 1993, cedería la gestión a una firma finlandesa que inicialmente se implantó como Leaf Iberia, para, después, con el paso al siglo XXI, volver a recuperar la marca Damel.

Precisamente en esa etapa, en 1996, tuvo lugar el traslado de las instalaciones a Crevillent, diciendo adiós definitivamente al municipio que había visto nacer y crecer el gigante Damel. Ya en 2001 la empresa valenciana STI Ibérica, fabricante de las marcas de frutos secos y aperitivos Churruca y Casamayor adquirió Productos Damel SA.

Los restos de José Torres fueron trasladados ayer al tanatorio de Carrús y el sepelio se oficia esta mañana, a las 12.30 horas, en la basílica de Santa María. Desde estas páginas, nos sumamos al dolor de familiares y amigos de Pepe, como era conocido entre sus allegados, y, en especial, de sus hijos Luis -propietario de la televisión local Teleelx-, José y Antonio, así como de su hermano Vicente.

Los más nostálgicos recordarán estos anuncios:

En 1950 se registró la marca Cheiw; en 1953, Pectol; en 1958, Snipe; y en 1961, Damel, marca por el que se conocería a la firma. Ya a principios de los años sesenta, los tres hermanos, Luis, José y Vicente, se convertirían en los propietarios y gerentes de la empresa, con un capital social que se fijó en 1,5 millones de las antiguas pesetas.

A partir de ahí, Damel se convertiría en una de las empresas más importantes de Elche, hasta el punto de que llegó a contar con una plantilla de 1.200 trabajadores. No obstante, la crisis de los años ochenta también tuvo su incidencia en la fábrica, hasta el punto que tuvo que suspender pagos. Sin embargo, finalmente, pudo remontar el vuelo con un plan deviabilidad y de ajuste, lo que hizo que unos años más tarde llegara a alcanzar unas ventas que superaron los 4.000 millones de las antiguas pesetas.

En cualquier caso, en la década de los años noventa la compañía se acabaría vendiendo primero a una empresa sueca, Procordia, que, posteriormente, cedió la gestión a una firma finlandesa que inicialmente se implantó como Leaf Iberia, para, posteriormente, con el paso al siglo XXI volvería a recuperar la marca Damel. En esos años precisamente tuvo lugar el traslado de las instalaciones a Crevillent.

Desde estas líneas, nos sumamos al dolor de la familia.