? El Consell, la Universidad de Alicante y la Miguel Hernández de Elche buscan nuevas variedades hortícolas y frutales más resistentes a la sequía que salven

200.000 hectáreas, cien mil empleos y un negocio de más de mil millones. La agricultura alicantina realiza un análisis serio sobre sus perspectivas y posibilidades de futuro en un territorio con un clima menos lluvioso y más extremo.

Esto va a obligar, como ya se está haciendo en otros países y en algunas regiones españolas, a empezar a tener en cuenta el cambio climático en los procesos productivos. El viñedo puede ser un buen ejemplo para adaptar las producciones a un clima más cálido y con lluvias menos cuantiosas y más irregulares.