El juzgado de lo Penal número 2 de Elche ha condenado a dos años de prisión a un accionista de Hawkers acusado de un delito contra la Seguridad Vial por la participación en varias carreras ilegales en Elche y alrededores. Aunque en un primer momento trascendió que estaba absuelto, finalmente no ha sido así. La oficina de comunicación del TSJ distribuyó una sentencia con nombres ficticios, que fue lo que hizo que la confusión corriera inicialmente incluso entre ciertos sectores de la Ciudad de la Justicia de Elche.

Además, el juzgado le ha retirado el carné de conducir por un periodo de tres años. Otro de los acusados ha sido condenado a un año y ocho meses de prisión, además de a dos años de prohibición de conducción. El resto han sido condenados a 12, 6 y 9 meses de prisión. En total, en la causa se juzgaba a seis personas. Los abogados del empresario ilicitano han recurrido la sentencia, por lo que todavía no es firme.

Tanto el empresario como las otras cinco personas que participaban en las carreras las organizaban en circuitos abiertos, poniendo en riesgo la seguridad de los usuarios de la calzada y con un "desprecio hacia la vida de los demás", como manifiesta la jueza en su sentencia. El fiscal pedía para el empresario ilicitano hasta cinco años de prisión por estos hechos, una pena que se ha rebajado por la aplicación de dilaciones indebidas, aunque contaba con el agravante de reincidencia, ya que fue condenado por delitos similares en 2007.

Los hechos se remontan a finales de 2012, cuando el Grupo de Delitos telemáticos de la Guardia Civil abrió una investigación al detectar varios vídeos subidos a Youtube donde se realizaban estas carreras ilegales, así como su publicación en la web Polegas.com. Las carreras se realizaban con vehículos de alta gama e incluían competiciones a gran velocidad, trompos, derrapes o conducción en zig-zag, invadiendo continuamente el sentido contrario y otra serie de conductas temerarias, tal y como reza la sentencia.

En los vídeos analizados en sede judicial se pudo ver cómo se realizaban estas competiciones, tanto en la ciudad, como en otros núcleos geográficos. El aparcamiento del estadio Martínez Valero, la Vía Parque, o la salida de la A-31 en dirección a Monforte del Cid o Elche, son algunos de los escenarios de estas competiciones que pusieron en peligro al resto de usuarios de la vía, sobrepasando ampliamente el límite de velocidad permitido.

Así, la juez no ha tenido en cuenta las alegaciones de la defensa, que defendió que en los distintos vídeos de las supuestas carreras ilegales sus clientes no aparecen en las imágenes, y que en algunos casos tampoco se podía certificar que los turismos, de alta gama, sean propiedad de los acusados. No obstante, la magistrada considera probado que los hechos sí se realizaron en vía públicas, y que la propiedad de los coches pertenecían a los acusados, aunque estuviesen a nombre de terceras personas.