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La población china crece en Elche

La comunidad china es ya la tercera mayoritaria en el municipio después de marroquíes y rumanos

El dragón crece en Elche

La comunidad china se ha convertido ya en la tercera más numerosa de Elche. En apenas una década el número de súbditos de origen chino asentados en el municipio ilicitano ha aumentado tanto que ha terminado por adelantar a los colectivos de ecuatorianos y colombianos, tradicionalmente más numerosos que el del país asiático.

Según los últimos datos aportados desde el Instituto Nacional de Estadística (INE) y desde el Ayuntamiento de Elche, la población china empadronada en Elche asciende a 2.070, mientras que hace una década era de apenas poco más de medio millar.

Esta cifra actual supera incluso a la registrada en Alicante ciudad, donde permanecen censados 1.593 ciudadanos chinos, prácticamente medio millar menos que en la tercera ciudad de la Comunidad.

Estos números sólo se ven rebasados en Elche por los nacionales procedentes de Marruecos (4.206) y los de Rumanía (3.741). Los colombianos en Elche son, según datos oficiales, 1.128, mientras que los venidos de Ecuador son 1.022.

Hace tan solo una década, hasta los procedentes del Reino Unido eran más numerosos que los chinos en Elche. Actualmente la cifra de británicos residentes en suelo ilicitano es de 524. De hecho, mientras desciende en Elche el número de ciudadanos de países europeos y del sur de América, se incrementa el grupo de los pertenecientes a países asiáticos.

Así las cosas, la diversidad cultural continúa enriqueciéndose y el colectivo chino ha pasado en apenas diez años de ocupar el séptimo lugar a ser ahora el tercero más numeroso en esta ciudad.

Negocios de tratamiento de uñas y estética, peluquerías y bares se han sumado en los últimos años a las fábricas de calzado, bazares y comercios de ropa que continúan regentados por personas de nacionalidad china.

Sin pensar en el retorno

La copropietaria (de nombre irreproducible) de un comercio al por menor de prendas de vestir en pleno centro de Elche señala que su familia lleva cuatro años en Elche y que están muy contentos. «De momento, no pensamos volver a China. Aquí estamos muy bien», señala, mientras uno de sus hijos pequeños duerme la siesta semioculto en un carrito con la capota desplegada y ubicado al lado del mostrador de cobro.

Con fama de ser una comunidad muy cerrada, que no quiere ni llamar la atención en los barrios donde se instala, ni tampoco integrarse en colectivos asociativos, los vecinos chinos son conocidos por que habitualmente pagan al contado, no solicitan préstamos o hipotecas y han pasado a contratar cada vez más mano de obra nacional.

En Arenales del Sol, por ejemplo, este pasado verano se abrió el primer bazar chino y al frente del mismo pusieron a una joven española, al igual que ocurre en negocios similares en el centro de Elche.

«El chino es difícil, pero también lo es el español», señala la comerciante que tiene un establecimiento en el centro de Elche, de 38 años, al tiempo que, cuando se le interpela por lo mucho que alargan su horario laboral, ella responde que los españoles también son personas muy trabajadoras.

La población de este colectivo en la provincia, según datos de la Diputación, asciende, según las últimas cifras oficiales, a 9.225 personas. Benidorm cuenta con algo más de un millar de nacionales chinos y Torrevieja ronda los 900. En este sentido, las tierras ilicitanas concentran al 22,4% de estos ciudadanos. Dicho de otro modo: dos de cada diez nacidos en este país reside actualmente en Elche.

Carrús es, además de una zona donde desde un principio se establecieron y abrieron sus primeros negocios, ligados al sector zapatero, el entorno donde mayoritariamente residen, según un informe municipal de hace algunos años, pero que aparentemente no debe haber cambiado mucho, puesto que basta dar un paseo por sus calles para encontrar numerosos establecimientos regentados por la comunidad china. No obstante, en los últimos años, el colectivo también ha recalado en otros barrios de Elche o en pedanías como Torrellano y El Altet.

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