Uno de los problemas que lastra la celebración de juicios es que, tal y como señalan desde la Audiencia Provincial, más de la mitad de las sesiones señaladas acaban suspendiéndose antes de su celebración. Esto, sumado al hecho de que el volumen de señalamientos es bajo, hace que finalmente se den salida en la sala a muy pocos casos.

Los motivos de las suspensiones son muy diversos, pero, en parte, también tienen que ver con ese retraso de la Justicia. El organismo juzga todas las causas del Baix Vinalopó y la Vega Baja, unas zonas de la provincia donde reside mucha población extranjera. Esto hace que en muchas ocasiones sea muy difícil localizar, ya no solo a los acusados, sino a las propias víctimas, bien porque no están empadronados o, en algunos casos, porque están en sus respectivos países de origen.

La suspensión de causas conlleva un doble retraso, porque, por una parte, el día en el que está señalado el juicio la sala se queda sin actividad y, por el otro, obliga a retrasar otras causas al volver a tener que señalar fecha.

El resultado final es que el número de juicios señalados cada semana en la Audiencia Provincial en muchas ocasiones se cuentan con los dedos de una mano, lo que origina que las causas se acumulen en los cajones durante años y el atasco del organismo vaya in crescendo, para desesperación de los usuarios.