El frío no ha sido este año un obstáculo para que miles y miles de ilicitanos se trasladasen ayer de madrugada hasta la playa del Tamarit para recibir a la Patrona, a la Virgen de la Asunción. La representación del hallazgo de la Mare de Déu y la romería congregaron a 5.000 personas, entre ilicitanos y vecinos de otras localidades cercanas que viven esta tradición, que este año estrena el título de Bien de Interés Cultural Inmaterial de la Comunidad Valenciana, además de la declaración como Fiesta de Interés Turístico Autonómico.

Todavía no había salido el sol cuando, a las siete en punto de la mañana, arrancó la representación del hallazgo de la Patrona. El guardacostas Francesc Cantó, encarnado por Francisco Sanmartín, paseaba con su caballo blanco por la orilla del mar, cuando dio con el arca que llevaba impresa «Sóc per a Elx». Una vez que la abrió descubrió en su interior la imagen de la Virgen de la Asunción y el consueta con la letra y la música del Misteri d'Elx.

Entre la expectación del público que ayer desafió al frío la escenificación siguió con la entrada en escena del Justicia Mayor y las autoridades, el presidente de la Sociedad Venida de la Virgen, José Manuel Sabuco, y el alcalde de Elche, Carlos González, que acompañaron a los marineros que fueron mostrando, entre vivas, la imagen a todos los asistentes.

Con el amanecer los ilicitanos notaron más el descenso de las temperaturas propio de la inversión térmica que se produce cuando salen los primeros rayos de sol, que se compensó con las hogueras en la que un año más ilicitanos y visitantes de otras localidades buscaban entrar en calor. «Merece la pena pasar un poco de frío para estar cerca de la Patrona», decía un grupo de mujeres mientras se acercaban al fuego para soportar mejor las bajas temperaturas del 28 de diciembre. Así y todo, confesaban algunas, hacía mucho menos frío que otros años, en los que el viento ha soplado más.

Una vez que la imagen de la Virgen en el arca fue trasladada hasta el altar arrancó la misa de campaña en acción de gracias por el hallazgo de la Patrona de Elche, que dio paso a la romería.

Pese a que la participación en la romería ha bajado con respecto al año anterior, cuando había más de 5.000 personas, también se contaron por miles los ilicitanos que quisieron estar cerca de la Mare de Déu en su traslado hasta Elche por el camino viejo de Santa Pola. Durante todo el recorrido Cantó animó a los peregrinos a exclamar vivas a la Patrona.

«Son muchos años viniendo y no podía faltar», decía Amparo Hernández, antes de empezar la romería. Esta vecina de Elche confesaba, junto a unos amigos, que cada año espera esta fecha con ilusión y que su intención en volver todos los años para estar cerca de la Virgen de la Asunción, que ayer iba en carreta tirara por bueyes. En la romería de la Venida también participaron varios jinetes a caballo.

La romería de la Venida de la Virgen reúne a personas de todas las edades, desde grupos de adolescentes hasta familias enteras con sus perros que, año tras año, se citan durante estas fiestas para compartir una jornada en torno a la Mare de Déu.

Cuando la romería entró en término ilicitano llegó la hora del tradicional almuerzo. Un alto en el camino, muy cerca del Río Safari, donde volvieron a repetirse escenas de convivencia entre los peregrinos que degustaban cocas y bocadillos con los que reponer fuerzas para culminar la romería, que acaba cuando la Virgen llega al Hort de les Portes Encarnades. «Es importante comer y estar bien hidratados», decía Antonio Brú, que para la romería asegura que siempre hay que ir bien preparado con alimentos y agua para calmar la sed.

La romería de la Venida finalizó al mediodía con la llegada de la Patrona al Hort de les Portes Encarnades, donde fue recibida con el disparo de una cohetà. Allí permaneció expuesta a los fieles hasta que por la tarde partió en procesión-romería hasta la basílica de Santa María.