La Sección Séptima de la Audiencia Provincial de Alicante, con sede en Elche, ha acogido esta semana la última sesión del juicio contra el acusado de abusar sexualmente de una niña de nueve años. La Fiscalía pide 15 años de prisión contra el detenido, quien cometió las agresiones de forma continuada en el tiempo, y violó a la niña en varias ocasiones.

Los hechos fueron denunciados hace un año, cuando los progenitores tuvieron conocimiento de los abusos. El acusado habría aprovechado la confianza con la menor, ya que residía en una casa de campo colindante a la de la menor, y mantenía una relación de amistad con el padre de la víctima. Una circunstancia que fue aprovechada para llevar a cabo estos actos delictivos, según recoge el escrito de acusación de la Fiscalía.

La denuncia se interpuso en diciembre del año pasado y, pese al retraso que acumula la Audiencia Provincial de Elche, que es mucho mayor, las sesiones han tardado un año en celebrarse. Esto se debe a que el tribunal prioriza los casos de abusos por encima de otras causas. Además, se ha tenido en cuenta la pena tan alta que se le pide al acusado para dar una mayor celeridad al proceso.

En este tipo de delitos, y cuando se piden penas tan altas, los detenidos permanecen en prisión a la espera de juicio. El hecho de que la Fiscalía pida hasta 15 años de prisión hace pensar que la pena será condenatoria, y no muy inferior a lo que se pide por parte del Ministerio Público.

No en vano, se trata de la mayor pena que se puede pedir en el caso de este tipo de delitos. El Código Penal establece que cuando el ataque consista en acceso carnal por vía vaginal, anal o bucal, o introducción de miembros corporales u objetos por alguna de las dos primeras vías, el responsable será castigado con la pena de prisión de doce a quince años.

El presunto agresor se encuentra en prisión provisional, donde permanecerá sin posibilidad de salir hasta que se dicte sentencia. En este tipo de casos, apenas hay dudas de que el fallo del tribunal será condenatorio, por lo que se ingresa al autor en la cárcel y, cuando sea condenado, se restará el tiempo ya computado. Con estas medidas, se busca no solo proteger a la víctima, sino evitar la reincidencia, ya que el índice en los casos de abusos sexuales es superior al resto de delitos.