Los días para las grandes comidas navideñas se acercan y en la ciudad hay miles de familias sin recursos que tendrán dificultades para llenar el carro de la compra. De esta manera las distintas organizaciones humanitarias han intensificado los protocolos para recoger alimentos y otros productos de primera necesidad, y los ilicitanos muestran su cara más solidaria durante estos días.

Atendiendo a la campaña nacional de la Gran Recogida, impulsada por el Banco de Alimentos de Alicante a principios de mes, este año se han recolectado 64.000 kilos de productos no perecederos para la ciudad de Elche, un 17% del total recolectado en toda la provincia que cubrirá las necesidades más básicas de 6.000 ilicitanos en situación de vulnerabilidad.

Esta cifra es equiparable a la del año anterior, aunque ha aumentado la calidad de algunos productos «como el caso de las legumbres cocidas en lugar de secas, además de llegar más aceite del habitual y más conservas de pescado» señala Juan Vicente Peral, director del banco de Alimentos de Alicante.

Estas cantidades de alimentos provienen del acopio que han realizado 45 grandes superficies en la ciudad y las pedanías de Elche, que de media han recolectado 1400 kilogramos de alimentos por establecimiento que serán recogidos por voluntarios de una veintena de organizaciones humanitarias asociadas que distribuirán la recolecta entre las familias que lo necesiten. Sin embargo «las cadenas que tienen franquicia no suelen participar porque sus establecimientos son pequeños y argumentan que les falta espacio para hacer la campaña» explica Peral.

Más ayuda humanitaria

En los almacenes de Cruz Roja disponen de 32.000 kilogramos de alimentos y productos de higiene que han llegado para estas fechas a través de la Comunidad Económica Europea, cifra que mejorará la asistencia de 570 familias ilicitanas que no puedan llenar la nevera con productos básicos como garbanzos, judías, conservas, leche o fruta. También se suma la recogida de alimentos que han hecho clubes deportivos e institutos como el Clara Campoamor, además de la aportación de particulares, ya que «estos días los ilicitanos donan más porque se sensibilizan, y les entra nostalgia», añade José Peral, coordinador del área de Emergencia Social de Cruz Roja.

Desde Cáritas Interparroquial han recibido aportación de alimentos desde empresas, asociaciones o centros escolares que servirán para llenar el economato de cara al 2018. Aún así señalan que el foco de actuación lo tienen puesto en prestar amparo a personas acogidas y a aquellas que duermen en la calle o que no tienen con quién pasar la Nochebuena o el día de Navidad. Por esa razón se reforzará una veintena el número de voluntarios para servir comidas y cenas.

Por otro lado, desde Cáritas ofrecen vales económicos para que los propios usuarios compren el menú a su gusto, «porque una bolsa de comida no erradica el problema y no se sale de una situación de pobreza, hay que formarlos para que aprendan a gestionar el dinero, a mirar bien la etiqueta y por encima de todo que encuentren oportunidades laborales para prosperar» apunta Joaquín Sansano, coordinador general de Cáritas Interparroquial.

Las principales parroquias de la ciudad también han recogido alimentos y productos de higiene que irán repartidos a centros como el tutelado de menores de la Casita de Reposo donde intentarán que estos días sean especiales para los seis menores que permanecerán, con menús especiales y escapadas fuera.