Ángel Nieto tendría que haber estado ayer en Elche. Así lo había apalabrado con la UMH, cuyo consejo de gobierno había designado el pasado 29 de junio de 2016 una comisión para proponer la investidura. El propio piloto había aceptado verbalmente la propuesta, que se había acordado para diciembre de este año por una razón que tenía una explicación. Se había buscado una fecha que no coincidiera con la celebración del Campeonato del Mundo de Motociclismo, que el madrileño continuaba siguiendo de una manera muy activa.

Sólo la fatalidad de un accidente en quad, que puso fin a su vida en agosto, impidió que Ángel Nieto estuviera ayer en la UMH y tuviera que ser su primogénito, Gelete, el que recibiera el reconocimiento de la Universidad ilicitana en nombre de su padre. La investidura coincidió ayer con el anuncio de la decisión del Juzgado de Instrucción número 2 de Ibiza, que ha sobreseído la causa abierta por la muerte del piloto al considerar que la mujer que chocó contra él «no cometió ninguna infracción penal».

El juez ha considerado que los hechos pueden suponer «en todo caso una culpa leve» por parte de la mujer, recordando que, según el informe de la Guardia Civil, Nieto «no portaba el casco de protección abrochado». El juzgado ha rechazado la tesis de la familia del piloto, que atribuyó la responsabilidad del accidente a la conductora.

El acto de investidura tuvo dos padrinos, los profesores Francisco Javier Amorós y Ramón Peral. «El destino nos permitió poder proponérselo a él cuando le visitamos personalmente en el circuito de Cheste en 2015. Fue un momento muy especial por su cercanía y naturalidad. Nos dijo que el reconocimiento le ilusionaba mucho. Ese destino ha decidido que no lo reciba personalmente», señaló Amorós.