Alarmas de viento para los colegios que estén construidos en el Palmeral ilicitano. Ésta es una de las recomendaciones que han realizado doctores en Fitopatología Forestal al Ayuntamiento de Elche con el objetivo de evitar riesgos en más de una veintena de centros escolares que están rodeados de palmeras. La idea es que estos sistemas suenen cuando se superan rachas de 50 kilómetros por hora, de manera que los niños abandonen el patio para prevenir cualquier peligro ante una posible caída. Así lo han trasladado al Ejecutivo local los encargados de elaborar un estudio pionero y exhaustivo sobre el estado de las palmeras en trece centros de la ciudad.
Los expertos han evaluado la estabilidad de más de un millar de ejemplares, de los que 18 han tenido que ser talados y 69 tienen que monitorizarse durante dos años por presentar defectos. Los profesionales han utilizado desde cámaras térmicas, hasta radares específicos que han permitido, además, analizar el tejido de las palmeras y detectar malformaciones, raíces problemáticas o pérdida de flexibilidad que aumentan el riesgo de caída.
El concejal de Palmeral, Antonio García, apuntó que este estudio responde a un cambio en la estrategia de conservación del Patrimonio de la Humanidad. Hasta ahora se venían talando palmeras que presentaban un mal aspecto externo, es decir, sin saber si realmente suponían un riesgo de caída por encontrase en mal estado.
Con este proyecto, que, según el Ayuntamiento, es pionero en Europa, se ha podido detectar y eliminar los ejemplares que tienen riesgo de desprenderse, a pesar de presentar un buen aspecto. No en vano, el estudio ha contribuido a evitar también la tala de ejemplares que se encuentran en buen estado, a pesar de que su aspecto es malo. Para el próximo año, el chequeo volverá a repetirse en otro millar de palmeras para completar los colegios que faltan.
Zonas controvertidas
Uno de los ejemplos de zonas controvertidas es el de la palmera «Tornillo», situada en la Ruta del Palmeral, en la zona próxima a la Comisaría de la Policía Nacional, que ha cambiado de orientación durante los últimos meses, lo que ha desatado la preocupación de los vecinos, según los encargados del chequeo. Según el coordinador del estudio, José Javier Sigüenza, y los doctores en Fitopatología Forestal de la Universidad de Turín Roberto Martinis y Andrea Rettori, el problema es que esta palmera presenta un hongo y al crecer en forma de tornillo su centro de gravedad cambia. Pese a ello, los expertos aseguraron que esta alteración no es problemática y descartaron el riesgo de caída.
En otro enclave que sí que ha sido necesario talar ha sido el de la plaza de España, donde se sitúa la iglesia Corazón de Jesús. En este caso, de quince ejemplares han tenido que suprimirse tres, porque presentaban defectos y había riesgo, sobre todo, tratándose de una zona de alta ocupación.
