La redacción del nuevo Plan General de Ordenación Urbana (PGOU) al completo, que permitirá definir el modelo urbanístico de la ciudad a medio y largo plazo, así como la clasificación del suelo, no estará listo, al menos, hasta dentro de cinco años. Esto supondrá que el documento al completo y detallado de forma pormenorizada tendría que esperar como mínimo dos mandatos más para que pueda entrar en vigor.
Tras varios intentos fallidos o declaraciones de buenas intenciones de los anteriores equipos de gobierno, que dieron pasos para revisar el PGOU de 1998, el tripartito se ha puesto como prioridad para 2018 agilizar al máximo este farragoso trámite urbanístico, cuya complejidad ya tiene antecedentes. Y es que, como ejemplo, la última revisión del Plan General comenzó en el año 1990 y acabó ocho años después. El próximo año cumplirá dos décadas de vigencia en la ciudad.
De cualquier manera, el Ejecutivo local ha reservado en los presupuestos municipales de 2018 1,5 millones de euros para su elaboración, tal y como señaló ayer el concejal de Urbanismo, José Manuel Sánchez, quien aseguró que una primera fase del Plan General estructural podría estar listo dentro de dos años y medio o tres y que su aprobación depende del Consell. Mientras, según el edil del área, la parte pormenorizada es competencia municipal y, en este caso, habría que esperar un lustro aproximadamente. Con esos plazos estimados, el Ayuntamiento ya ha constituido un equipo central que ha empezado a trabajar de forma intensa, con técnicos de Urbanismo, Mantenimiento, Parques y Jardines, Emergencias, Aigües d'Elx y Medio Ambiente para redactar todo ese plan.
Con todo ello, y tras las últimas reuniones de trabajo con todo el personal técnico, el objetivo del tripartito es que en marzo o abril pueda estar listo el documento de inicio para comenzar así la redacción formal del Plan General.
El edil de Urbanismo señaló, de esta manera, la importancia de afrontar este desafío que va a hacer que «Elche sea la primera ciudad del país que abordará la redacción del PGOU con la nueva normativa urbanística».
De hecho, para el próximo año, el Ejecutivo local también ha incluido en los presupuestos municipales una partida de 518.000 euros para la elaboración de una nueva cartografía que servirá de base a la hora de redactar el nuevo plan. Aunque, en principio, se va a realizar con medios propios, el Ayuntamiento también ha realizado una reserva de 150.000 euros para el ejercicio próximo.
No solo este asunto ha sido marcado como prioritario en el área de Urbanismo para el próximo ejercicio. También lo es la peatonalización de la Corredora, con la vista puesta en completar la urbanización antes de 2019. De hecho, la intención del equipo de gobierno es que el grueso del proyecto pueda acabarse el próximo año. Para ello, el presupuesto municipal recoge una dotación de 600.000 euros, además de otros 300.000 para peatonalizar la Corredora y modificar el tráfico, respectivamente. Algo que ha sido, precisamente, muy discutido en las últimas semanas. Sobre todo, después de que Àgora denunciara que en la memoria del proyecto de urbanización del Mercado Central, fechado en 2016, la firma concesionaria ya presupuestara los trabajos de urbanización por 600.000 euros, junto a la musealización de los Baños Árabes.
Frente a ello, el edil de Urbanismo se aferró a lo que hay firmado en el contrato con la empresa durante el mandato del PP. Alegó ayer que solo se contemplaba «una partida de 376.000 euros, que hace referencia a mejoras de urbanización y de la que únicamente 45.000 euros estaba prevista para la puesta en valor de los Baños Árabes». Con estas cifras, los servicios técnicos del Ayuntamiento emitieron un informe en el que se consideraba insuficiente, según el edil del área, la dotación prevista por Aparcisa.
Es más, José Manuel Sánchez cargó de nuevo contra el contrato firmado durante la etapa final de Mercedes Alonso y denunció «estar plagado de irregularidades que el Ayuntamiento está tratando de subsanar».
